Lo ha dicho en una intervención en el marco de una reunión de la Comisión Interdepartamental de Vivienda, en la que también ha garantizado que los pisos que se destinen a alquiler asequible mantendrán «siempre» esta condición.
Estas son las tres medidas que ha anunciado Illa con el objetivo de no impulsar soluciones en materia de vivienda a corto plazo, sino «estructurales».
Ha defendido las ayudas a ambos colectivos, sobre todo a los jóvenes: «Basta ya con que los jóvenes se gasten la mayor parte de su sueldo en viviendas como si fuera un lujo», ha expresado, y ha incluido en el segundo colectivo a las personas en situación de vulnerabilidad social, las personas mayores y las personas con menos recursos.
Ha apuntado que el siguiente paso será modificar la Ley de urbanismo catalana para agilizar trámites, construir más rápido y aumentar la eficacia: «Construir más».
«Creo que vamos por el buen camino. Se estaba construyendo a un ritmo de 259 viviendas por año y ahora estamos en una producción de 4.400», ha dicho, y ha reiterado que el Govern cumplirá con la voluntad de construir 50.000 viviendas para 2030.