Salud mental y deporte: “No son superhéroes, son personas que sienten y padecen”

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Salud mental y deporte: “No son superhéroes, son personas que sienten y padecen”

El caso de Simone Biles en los Juegos de Tokio 2020 ayuda a dar visibilidad a la ansiedad en las competiciones.

Simone Biles gana el bronce en barra entre ovaciones

La salud mental ha cobrado nueva importancia después de la pandemia del Covid-19. Según el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), 6 de cada 10 españoles tienen síntomas de ansiedad o depresión. Y, ahora, gracias, a los Juegos Olímpicos y a la retirada de una prueba de la gimnasta Simone Biles, se ha comenzado a visibilizar la salud mental en un nuevo ámbito: el deporte.

“Casos como el de Biles, cuya repercusión mediática ha sido muy relevante, ponen de manifiesto la importancia de cuidar la salud mental”, detallan fuentes de la Confederación de Salud Mental de España a EL BOLETIN. En el caso de los deportistas un problema de estas características puede ser tan incapacitante como una lesión física. “El caso de la gimnasta olímpica ayuda a visibilizar que no hay salud sin salud mental”, añaden.

El coordinador de la Sección de Psicología del Deporte del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, Alejo García-Naveira, está de acuerdo con la Confederación. “Ha dado visibilidad a un problema tabú. Saldrán más casos”, complementa. Por ello, considera que habrá que poner especial atención en los Juegos de París 2024 y Los Ángeles 2028. “Llegar a unas Olimpiadas, no competir y declarar problemas de salud mental, al menos te hace reflexionar sobre los deportistas y el contexto de alto rendimiento. No son superhéroes, son personas que sienten y padecen”, explica.

“Estos deportistas tienen una imagen irreal e inalcanzable y son muchas personas las que quieren ascender y llegar a cubrir ese ideal. Que verbalicen este tipo de cuestiones ayuda a normalizar y reducir el estigma”, valora Gabriel Rodenas, portavoz de Asociación Nacional de Psicólogos Clínicos e Internos Residentes (ANPIR), a este diario.

Jorge Martínez fue portero de balonmano durante 18 años. Ahora, ya retirado, se dedica a la psicopedagogía en el club Real Grupo de Cultura Covadonga en Gijón. En sus años como jugador se encontró con situaciones que no sabía cómo gestionar. “Cometía el error de estar obsesionado con el resultado”, recuerda. “Empecé a leer sobre psicología en vez de pedir ayuda, que hubiese sido lo más inteligente. Mi proceso de aprendizaje fue más lento, si hubiera acudido a un profesional me hubiera dado las herramientas para gestionar estas situaciones”.

En su actual trabajo esta es una de las labores que desarrolla. Y sobre el caso de los deportistas y la salud mental opina: “Una de las características de los profesionales es la vulnerabilidad, el reconocer que hay ciertas situaciones que le están costando gestionar. Que una persona reconocida explique sus dificultades y que no se avergüence de ello, da pie a que muchos más se atrevan a dar el paso de pedir ayuda”.

Ansiedad, depresión y estrés

“En los deportes de élite, en los que la presión y las expectativas hacia la persona pueden ser muy altas, las probabilidades de tener un problema de salud mental aumentan”, relatan fuentes de la Confederación de Salud Mental de España. Por su parte, desde el Colegio de la Psicología de Madrid, Alejo García-Naveira, establece que el 30% de los profesionales padecen o son vulnerables a estas cuestiones. Entre los más habituales, la ansiedad, el estrés y la depresión.

El psicopedagogo Jorge Martínez cree que los deportistas tienen que aprender a relacionarse de manera sana con la ansiedad. “Forma parte del deporte, lo que pasa es que hay unos límites que cuando los superamos afectan a nuestro rendimiento”, comenta. “Tenemos que tener herramientas que nos permitan ajustarla cuando se dispara”.

Desde UPAD Psicología y Coaching no consideran que los datos sean tan alarmantes, ellos en su trabajo con deportistas solo reciben a un 2% con este tipo de problemas. “Lo que solemos atender son a personas cuyo nivel de autoconfianza están bajos, pero eso no significa que sea un trastorno mental. En el ámbito clínico del deporte es algo muy residual”, concreta el psicólogo y cofundador de UPAD.

“Evidentemente dentro de la población deportiva habrá problemas de salud mental, igual que en el resto de la población”, detalla Manel Carballo, psicólogo deportivo y miembro de Psicólogos del Deporte Online: “Lo que pasa es que están sometidos a mucha presión y eso aumenta su ansiedad”.

Trastornos alimenticios

La ansiedad, la depresión y el estrés, no son los únicos problemas que experimentan los deportistas. Los más jóvenes son propensos a sufrir trastornos alimenticios.

“Chicos y chicas que están empezando sus carreras deportivas ven el tema del cuerpo como una exigencia, y eso hemos visto que hace que sufran mayor riesgo para desarrollar problemas de conducta alimentaria”, detalla Gabriel Rodenas de ANPIR.  Para él también es relevante destacar que en los clubs y federaciones se hace un trabajo diario con los deportistas en cuanto a salud mental, lo que ocasiona un “gran abismo” con la población en general: “En la sanidad pública nos encontramos con mucha precariedad”.

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