Según han anunciado fuentes socialistas, Salazar ha solicitado al PSOE la “apertura de unas diligencias previas de información sobre las noticias conocidas esta mañana”. Asimismo, ha pedido ser “apartado de sus funciones actuales” en la Comisión Ejecutiva Federal.
La ejecutiva del PSOE “iniciará estas diligencias de inmediato, a pesar de que no constan en el PSOE denuncias al respecto en ninguno de los canales habilitados”.
Un par de horas después, se ha conocido que el propio Salazar ha solicitado ser “apartado provisionalmente” de sus responsabilidades de Coordinación Institucional de la Presidencia del Gobierno.
Tal y como han apuntado fuentes de Moncloa, la Secretaria General de Presidencia ha puesto en marcha los “mecanismos establecidos para esclarecer los hechos conocidos esta mañana y determinar si procede la activación del protocolo de actuación frente al acoso sexual y por razón de sexo, tal y como establece la Administración General del Estado”.
“Hasta la fecha”, aseguran, “ningún empleado o empleada ha solicitado la activación de dicho protocolo ni se ha tenido conocimiento de ningún hecho o comportamiento verbal o físico de naturaleza sexual que pudiera ser constitutivo de una actuación degradante, ofensiva o intimidatoria en la Presidencia del Gobierno que pudieran afectar a Francisco Salazar”.
Antes de conocerse esta renuncia, dirigentes socialistas reclamaban a Sánchez que no confirmara el nombramiento de Paco Salazar en la nueva dirección. Entre estas voces, la delegada del Gobierno en Asturias, Adriana Lastra, quien afirmaba que la federación asturiana consideraba que el adjunto a la nueva secretaria de Organización no debería asumir su responsabilidad.
La nueva Secretaría de Organización del PSOE de Torró contará con dos adjuntos, Anabel Mateos y Borja Cabezón, y no tres tras la salida de Salazar.
