La noche del domingo se vio alterada por un acto de sabotaje que ha generado una grave crisis en el servicio ferroviario. El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha comunicado en la red social ‘X’ que se han producido cuatro robos de cable en diferentes puntos de un radio de 10 kilómetros en la línea Madrid-Sevilla. Los cables sustraídos forman parte de los sistemas de seguridad de la infraestructura ferroviaria, lo que ha obligado a detener o ralentizar numerosos trenes.
“La afectación a los trenes que aún quedan por circular va a ser muy seria. Y apenas tendremos dos horas desde que acabemos hoy para repararlo”, explicó el ministro
Trenes detenidos y graves retrasos
El sabotaje ha tenido consecuencias inmediatas: varios trenes han tenido que detener su circulación y otros han sufrido retrasos considerables, especialmente en los trayectos Madrid-Sevilla y Sevilla-Madrid. Tanto Renfe como Adif han informado en sus canales oficiales de los problemas operativos entre las localidades de Mora y Urda (Toledo), donde se localiza el epicentro de la incidencia.
Los trenes afectados no pueden circular a su velocidad habitual y muchos permanecen detenidos, lo que ha generado malestar entre los viajeros
Llamamiento a la colaboración ciudadana
Óscar Puente ha señalado que la Guardia Civil ya se encuentra investigando los hechos, que ha calificado de “muy graves”. Además, ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para aportar cualquier tipo de información que pueda ayudar a esclarecer lo ocurrido y localizar a los responsables del sabotaje.
“Si alguien puede ofrecer información se agradece toda la colaboración posible”, ha solicitado el ministro
Repercusiones y próximos pasos
La reparación de los daños deberá llevarse a cabo en un margen muy limitado de tiempo, apenas un par de horas una vez finalizada la jornada. Este incidente no solo pone en jaque la seguridad ferroviaria, sino que genera un efecto dominó en el sistema de movilidad de miles de pasajeros y en la conectividad entre comunidades.