El primer semestre del año ha sido complejo para Repsol, que ha tenido que lidiar con un contexto marcado por la inestabilidad de los mercados energéticos y un episodio sin precedentes: el apagón que dejó sin suministro eléctrico a la Península Ibérica el pasado 28 de abril. A pesar del retroceso en sus resultados, la energética presidida por Antonio Brufau reafirma su hoja de ruta y lanza una nueva recompra de acciones para cumplir su promesa con los inversores.
Fuerte impacto del ‘cero eléctrico’ y caída de márgenes
Los 603 millones de euros de beneficio neto entre enero y junio suponen una disminución del 62,9% frente a los 1.625 millones del mismo periodo de 2024. El apagón eléctrico registrado en abril y otras interrupciones afectaron especialmente a los complejos industriales de Cartagena y Puertollano, restando 175 millones al resultado operativo del área de Química y Refino.
En paralelo, la caída de los precios del crudo y los menores márgenes de refino y productos químicos acentuaron el retroceso en las cifras del grupo. El resultado neto ajustado, indicador que refleja la evolución real del negocio, bajó un 36,4%, hasta los 1.353 millones de euros. El Ebitda también se resintió, con un descenso del 25%, hasta los 3.078 millones.
La reducción del beneficio se explica por un entorno de precios a la baja, márgenes ajustados y el apagón de abril, que dejó una factura millonaria para los complejos industriales
Flujo de caja positivo y menor deuda
A pesar del descenso en los beneficios, Repsol logró generar un flujo de caja operativo de 1.718 millones de euros en el segundo trimestre, gracias a factores como la resolución del arbitraje con Sinopec y la adquisición del 49% de RRUK. Esta cifra fue suficiente para cubrir inversiones, intereses y programas de recompra de acciones.
Las inversiones netas en el segundo trimestre rondaron los 1.200 millones de euros, mientras que la deuda neta se redujo ligeramente, situándose en 5.728 millones, con un apalancamiento del 17,9% (6,8% si se excluyen arrendamientos).
Desinversiones estratégicas y rotación de activos
Como parte de su estrategia de optimización del portafolio, Repsol ha anunciado desinversiones superiores a los 1.200 millones de euros en 2025, lo que supone más del 60% del objetivo fijado para todo el año. Estas incluyen:
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La salida del negocio en Colombia
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La rotación de activos renovables de 400 MW en España y 777 MW en EEUU
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La venta del 24% del bloque Corridor en Indonesia a Medco Energi por 425 millones de dólares
Con estas operaciones, Repsol acelera su transformación energética y mejora la rentabilidad de su cartera de activos global
Nueva recompra de acciones y dividendo en enero
Tras completar una recompra de acciones por 350 millones de euros y su posterior amortización, Repsol ha lanzado un nuevo plan de recompra de 350 millones, cumpliendo con su compromiso de remuneración al accionista en 2025. En total, la energética prevé una recompra de títulos por 700 millones de euros este año.
Además, la compañía distribuyó 0,5 euros brutos por acción el pasado 8 de julio, alcanzando una retribución total de 0,975 euros por acción en 2025. La Junta General también aprobó un nuevo dividendo de 0,5 euros brutos, que se abonará en enero de 2026.
Mensaje de resiliencia y visión a largo plazo
El consejero delegado, Josu Jon Imaz, subrayó que la compañía ha mostrado “resiliencia en un entorno volátil”, y destacó la solidez del enfoque multienergía del grupo. “Avanzamos con un portafolio más eficiente, una asignación de capital disciplinada y una posición financiera robusta”, afirmó.