El anuncio de Healey llega en un momento clave para la OTAN y en respuesta a la creciente presión internacional, especialmente de Estados Unidos, que busca elevar la inversión en defensa hasta el 5% del PIB. El incremento británico supondrá un gasto adicional de 10.000 millones de libras anuales.
Reino Unido asume un papel de liderazgo en la OTAN al comprometerse a destinar un 3% de su PIB a defensa para 2034
El compromiso británico: planificar a largo plazo
El secretario de Defensa, John Healey, ha destacado en declaraciones al diario The Times que este incremento es inasequible sin el compromiso firme de llegar al 3% del PIB en defensa. Según ha explicado, este objetivo permitirá planificar a largo plazo y afrontar presiones, reforzando la posición del Reino Unido como un actor clave en la seguridad global.
Actualmente, Reino Unido destina el 2,3% de su PIB a defensa, un porcentaje que ha sido calificado de «irritante» por parte de Estados Unidos. Para alcanzar el objetivo del 3% en 2034, el Gobierno británico deberá aumentar en 10.000 millones de libras (unos 11.800 millones de euros) anuales su presupuesto en este ámbito.
El plan del Gobierno británico permitirá reforzar la seguridad nacional y sostener la influencia de Reino Unido en la escena internacional
La meta del 3% contrasta con la establecida anteriormente por el primer ministro Keir Starmer, quien había planteado un 2,5% del PIB para 2027 y había dejado abierta la posibilidad de alcanzar el 3% como una ambición. Ahora, Healey convierte esa ambición en un compromiso claro y definitivo.
El debate en la OTAN y la presión de Estados Unidos
El anuncio de Reino Unido se produce en un momento clave para la OTAN. El secretario general de la Alianza, Mark Rutte, expresó recientemente su apoyo a la propuesta de Estados Unidos de que los países miembro dediquen el 5% de su PIB al gasto en defensa. Según Rutte, esta propuesta será discutida durante la cumbre de la OTAN que se celebrará el 24 y 25 de junio en La Haya.
Actualmente, solo 23 de los 32 miembros de la OTAN cumplen con el objetivo fijado en 2014 de destinar el 2% de su PIB a defensa, pero se espera que todos lo alcancen este verano.
El plan de Trump contempla un 3,5% en gasto militar duro y un 1,5% adicional en infraestructuras para movilidad y logística
Aunque algunos países calificaron la propuesta del 5% como irreal, muchos coinciden en que la presión estadounidense obligará a asumir inversiones significativas. La cumbre de la OTAN en junio será clave para definir el futuro gasto en defensa de los países miembros, mientras Reino Unido refuerza su papel como socio comprometido.
Contexto europeo y desafíos globales
Este nuevo rumbo en la política de defensa británica se enmarca en un contexto de crecientes desafíos geopolíticos, especialmente por las tensiones con Rusia y China y la amenaza de conflictos híbridos. Las prioridades de la Alianza Atlántica y de Reino Unido apuntan a reforzar la disuasión y la respuesta militar.
Reino Unido considera que elevar su gasto en defensa no es solo una cuestión de prestigio o ambición política, sino una necesidad estratégica para garantizar su seguridad y la de sus aliados.