La transición hacia la movilidad sostenible es una de las claves fundamentales de la lucha contra el cambio climático. Para cumplir con los objetivos de reducción emisiones planteados en los acuerdos internacionales es imprescindible renovar el parque de vehículos con coches menos contaminantes, al tiempo que se amplía la red de puntos de recarga eléctrica públicos. La consultora Deloitte ha puesto números a los pasos necesarios para implementar esta transición a tiempo en España: para 2020 debería haber 300.000 coches eléctricos en nuestras carreteras y unas 11.000 electrolineras.
De cara a esta meta, las empresas energéticas han empezado a volcarse en la puesta en marcha de infraestructuras de recarga eléctrica en nuestro país, con el fin de dar cada vez más autonomía a los conductores que se pasen al vehículo enchufado. Iberdrola lidera esta electrificación del transporte con su Plan de Movilidad Sostenible, en el que trabaja desde 2016, que contempla el despliegue de 25.000 puntos de recarga de coches eléctricos para el año 2021 en hogares, empresas y espacios públicos, tanto urbanos como interurbano.
En poco más de un año, la eléctrica que preside Ignacio Galán tiene previsto instalar al menos un punto de recarga rápida, súper rápida y ultra rápida cada 100 kilómetros en las principales vías de España, lo que supone duplicar la red nacional actual. De esta forma, a finales de 2019 será posible recorrer España de punta a punta en un vehículo eléctrico.
En concreto, el despliegue planeado por Iberdrola cubrirá las seis radiales -Autovía del Norte (A1), Autovía del Nordeste (A2), Autovía del Este (A3), Autovía del Sur (A4), Autovía del Suroeste (A5) y Autovía del Noroeste (A6)- y los tres principales corredores transversales -Mediterráneo, Cantábrico y Ruta de la Plata-. Llegará a todas las capitales de provincia, así como a espacios de acceso público en las principales ciudades.
En cada una de las estaciones se podrán cargar entre dos y siete vehículos a la vez, de modo que el número de tomas de recarga rápida se eleva más de 400 en toda la red. El tiempo de la carga, otra de las grandes preocupaciones e inconvenientes para los conductores de vehículos eléctricos, dependerá de la potencia de la toma (50kW en el caso de las rápidas, 150kW en las súper rápidas y 350kW en las ultra rápidas) elegida, pero la mayor parte la batería podrá llenarse en 20 o 30 minutos. En las tomas ultra rápidas, y siempre que el coche lo permita, el tiempo se reducirá a cinco o diez minutos.
Los conductores podrán ‘alimentar’ sus automóviles eléctricos en estas estaciones sean o no clientes de Iberdrola, a través de la aplicación móvil Recarga Pública Iberdrola, mediante la cual podrán geolocalizar, reservar y pagar sus recargas a través del ‘smartphone’. La electricidad suministrada será 100% verde, al contar con un certificado de garantía de origen renovable, que asegura que esta energía proviene de fuentes de generación limpia.
Para la instalación de los 200 puntos de carga previstos, que conllevará una inversión por parte de la compañía de diez millones de euros, la eléctrica ya ha suscrito acuerdos con hoteles, cadenas de restauración y estaciones de servicio. Los 30 primeros puntos de carga estarán ya operativos este año, y el resto entrarán en funcionamiento a lo largo de 2019. El compromiso es que en 2021 se desplieguen hasta 25.000 electrolineras en viviendas, empresas y espacios públicos.
Por su parte, Endesa lleva siete años estudiando su estrategia en el terreno de la movilidad eléctrica. El grupo energético se ha comprometido a instalar unos 600 puntos de recarga públicos repartidos por toda la geografía nacional de cara a 2020, aunque está previsto que próximamente anuncie nuevos objetivos más ambiciosos al respecto.
Las petroleras también han decidido apostar por el transporte sostenible ante la inevitable e imparable transición ha la descarbonización de la economía. Así, Repsol, a través de su alianza con IBIL, empresa en la que la petrolera participa al 50% con el Ente Vasco de la Energía, cuenta actualmente con más de un millar de puntos de carga y prevé instalar 300 más, tanto públicos como privados. Mientras que Cepsa ha firmado un acuerdo de colaboración con Ionity, la red de carga europea impulsada por BMW, Daimler, Ford y Volkswagen, para la instalación de puntos de recarga eléctrica en sus estaciones de servicio en España y Portugal. En total, desplegará 100 puntos de recarga ultrarrápida en sus gasolinas.
