La madrugada de este miércoles, la región de Kamchatka, en el extremo oriental de Rusia, fue sacudida por un sismo sin precedentes. El movimiento telúrico, que alcanzó una magnitud de 8,8, provocó una inmediata activación de protocolos de emergencia ante el temor de nuevas réplicas y posibles daños estructurales. Aunque no se han reportado víctimas, el impacto ya se hace sentir en distintos frentes.
Récord histórico: el terremoto más fuerte registrado en Kamchatka
El gobernador Vladímir Sólodov confirmó que se trata del terremoto más intenso desde que existen registros instrumentales. El sismo, cuyo epicentro se localizó en las costas de la península de Kamchatka, generó una serie de réplicas superiores a magnitud 5, prolongando la tensión entre la población local.
Según explicó Sólodov en su canal de Telegram, “se esperan réplicas continuas y prolongadas”, por lo que las autoridades mantienen activado un régimen de alerta. Además, se ha iniciado un proceso de evaluación para cuantificar los daños materiales, cuyos resultados se conocerán en el transcurso de una semana.
Sistema sanitario en alerta máxima y protocolos de emergencia activos
El sistema de salud regional opera bajo un régimen de operaciones intensificado. El gobernador informó que se ha desplegado un protocolo de derivación de pacientes para asegurar una atención rápida y eficaz a quienes puedan necesitarla tras el evento.
En paralelo, se ha dispuesto una inspección técnica de las viviendas que sufrieron daños parciales, con el fin de garantizar la seguridad de sus ocupantes y prevenir nuevos incidentes ante futuras réplicas.
Sajalín declara emergencia y enfrenta tres olas de tsunami
En la isla de Sajalín, al norte del epicentro, las autoridades decretaron el régimen de emergencia en el distrito de Sévero-Kurilsk. A pesar de que la zona fue impactada por tres olas de tsunami, no se han reportado víctimas ni daños materiales significativos hasta el momento.
La rápida reacción de los servicios de emergencia y los sistemas de alerta temprana han sido clave para evitar consecuencias mayores, aunque la situación sigue bajo monitoreo constante.