Los datos que acaba de publicar el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social sobre empleo y afiliación son negativos, como cabría esperar de un mes de agosto, pero empeoran los de los últimos ejercicios. Más allá de la destrucción de más de 200.000 empleos en pleno verano, destaca lo ocurrido el último día del mes, jornada en la que 363.017 personas se fueron al paro.
Ese mismo 31 de agosto se dieron de alta en la Seguridad Social otras 58.375 personas, lo que deja un saldo negativo de afiliados de ‐307.499 solo el pasado viernes.
Aunque no es el día que más despidos acumula, sí se trata de la jornada con peor saldo neto de afiliados: hasta el momento no se habían perdido más de 300.000 trabajadores en un sólo día. El Gobierno atribuye las malas noticias de este verano a la desaceleración económica y al frenazo en el turismo y hace meses que la altísima temporalidad se refleja en este tipo de datos.
Entre los trabajadores del Régimen General, esa jornada fue letal para colectivos como el de la Educación, que perdieron más de 57.000 trabajadores, casi el 7,5% del total nacional. Le siguen los 23.632 empleados de de la industria manufacturera que se fueron al paro el día 31 y las 20.261 personas que salieron del sector de la construcción.
Pero en cualquier caso, los cierres de mes funestos en cuestión de empleo se están convirtiendo en la norma. Recientemente, fue un lunes el que marcó récord de movimiento salarial en solo un día: más de medio millón de personas se fueran al paro y otro medio millón encontraran trabajo. En total, 1.023.756 personas, equivalentes a más del 5% de todos los afiliados a la Seguridad Social.
La enorme temporalidad se observa también en el movimiento global que registra el Ministerio cada mes: en los últimos meses se han venido superando los dos millones de altas y bajas en el sistema cada 30 días.
