El plan israelí-estadounidense, que propone sustituir los actuales canales de ayuda gestionados por la ONU y sus socios por centros de distribución bajo supervisión militar israelí, ha sido categóricamente rechazado por el Equipo Humanitario de País —coalición que agrupa a las agencias de Naciones Unidas y ONG locales activas en Gaza—.
Según denuncian en su comunicado conjunto, la propuesta excluye zonas enteras del enclave donde vive la población con menor movilidad, impidiendo el acceso a los bienes básicos. Además, subrayan que la idea de empujar a civiles a puntos de distribución en zonas militarizadas aumenta el riesgo de muerte tanto para los beneficiarios como para los trabajadores humanitarios.
“Es peligroso empujar a los civiles a zonas militarizadas para recoger raciones. Pone en peligro sus vidas y las de los trabajadores humanitarios”, señalan con contundencia
“Los almacenes están vacíos. Los niños están hambrientos”
La declaración también pone el foco en la grave crisis humanitaria que enfrenta la Franja de Gaza tras nueve semanas de bloqueo total por parte de Israel. Las consecuencias son devastadoras: panaderías cerradas, cocinas comunitarias paralizadas y almacenes de alimentos completamente vacíos.
A pesar del colapso logístico, importantes reservas de ayuda humanitaria se encuentran listas para ingresar al enclave tan pronto como se levante el bloqueo.
“Los niños están hambrientos. Los suministros están listos para entrar. Instamos a los líderes mundiales a usar su influencia. Es el momento”, concluyen en su llamamiento
Una estrategia humanitaria “condicionada” como parte de una lógica militar
Las ONG y agencias de la ONU aseguran que el nuevo plan refuerza el control israelí sobre bienes vitales como estrategia de presión y parte de una lógica militar. Según sus palabras, “parece diseñado para consolidar el control más que para responder a necesidades humanitarias reales”.
Reiteran que la acción humanitaria debe responder a las necesidades allí donde se encuentren las personas, no donde impongan los actores militares. Y recuerdan que cualquier intento de condicionar la asistencia viola el derecho internacional humanitario.