¿Quiénes son y qué quieren los principales favoritos al Elíseo?

Elecciones en Francia

¿Quiénes son y qué quieren los principales favoritos al Elíseo?

Restricciones a la inmigración, salida de la UE, aumentar el gasto público o reducir el IVA.

Las elecciones francesas dirimen quién será el próximo presidente o presidenta de la República gala. Segunda economía de la zona euro, las encuestas anticipan que Francia estará gobernada por Emmanuel Macron, Marine Le Pen, François Fillon o Jean-Luc Mèlenchon. Tres candidatos de la derecha (todos acusados por corrupción) y uno de la izquierda que compiten este domingo por el Elíseo. Emmanuel Macron (En Marcha!)

Filósofo de formación, banquero de profesión, Macron representa la vía liberal del sistema político. Trabajó en la Banca Rothschild antes de ser el ministro de Economía de François Hollande. Desavenencias ideológicas con el socialismo le motivaron el abandono del cargo y la creación de un nuevo partido: En Marche!.

Ni de izquierdas ni de derechas”, Macron lidera una formación que abandera el continuismo renovado. Fiel defensor de la Unión Europea, el líder de En Marca! apuesta por la creación de un presupuesto único para la zona euro, así como varias medidas que desarrollen la unión.

Es el favorito de la clase política europea y empresarial. Entre otras cosas porque promete reducir el impuesto de sociedades, recortar en más de 100.000 la cantidad de funcionarios y rebajar el IVA como estímulo económico. Macron defiende el derecho universal al subsidio de desempleo y apuesta por aumentar el control fronterizo como respuesta a la inmigración.

Marine Le Pen (Frente Nacional)

Abogada, Marine Le Pen es hija del líder histórico del partido de extrema derecha Jean-Marie Le Pen. Eurodiputada desde 2004, Le Pen supone la mayor amenaza para la convivencia entre las distintas sensibilidades y procedencias que residen en Francia.

Candidata predilecta de Donald Trump y Vladimir Putin, la líder del Frente Nacional gravita su discurso en el apoyo de los que denominó como ‘los olvidados’ de la globalización. Jóvenes, obreros, regiones rurales o personas con poco bagaje académico ven en Le Pen una opción de romper las reglas que les ha llevado al ostracismo.

Referéndum sobre la salida de Francia de la UE, mayor proteccionismo (gravamen del 3% a todas las importaciones), bloqueo de las privatizaciones de sectores estratégicos (infraestructuras), aumentar el gasto en defensa y rebajar la edad de jubilación a los 60 años.

Sin embargo, antes que todo eso, el patriotismo (racista y xenófobo) y “Francia para los franceses”. Eso se traduce en favorecer por cauces legislativos la contratación de trabajadores patrios y una suerte de ‘cruzada’ general frente al Islam y la inmigración. Prohibición del velo, expulsión de inmigrantes indocumentados, y refuerzo de las fronteras, entre otras medidas.

Jean-Luc Mèlenchon (Francia Insumisa)

Mèlenchon es un clásico de la política francesa. Desde que comenzara en la década de los setenta, su trayectoria institucional ha pasado por el Partido Socialista, el Front de Gauche – coalición de partidos de izquierda – y Francia Insumisa. La pérdida de referencia ideológica de la socialdemocracia motivó su retirada del socialismo francés en el año 2008. Desde entonces, se ha adherido a movimientos comunistas, antiglobalización y/o anticapitalistas.

Su irrupción postrera ha aumentado el nerviosismo de las otras candidaturas y de varios medios de comunicación poco afines a la izquierda, que han escrutado el programa electoral de Francia Insumisa – y el historial de Mèlenchon – para sacar a la luz la llave inglesa del denominado ‘establishment’: Venezuela.

Como sucede en España con Podemos, el partido de izquierdas galo está sintiendo en sus carnes las acusaciones de querer convertir Francia en una suerte de Cuba europea. La principal razón que esgrimen para asegurar tal cosa es el propio programa de Francia Insumisa, que plantea la posibilidad de que Guyana y las Antillas francesas – territorios de ultramar franceses – puedan unirse al ALBA, la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de América fundada por Fidel Castro y Hugo Chávez.

Esta propuesta forma parte del objetivo de Mélenchon: poner fin a la V República francesa y construir una nueva. Eso pasa por salir de la OTAN, por aumentar el gasto público, rebajar la edad de jubilación, respetar la diversidad de la sociedad gala, aumentar los impuestos a las grandes fortunas y replantear la UE (con vocación más humanista).

Mélenchon es el candidato con mejor oratoria, que mejor ha planteado la campaña y a quien la decadencia del socialismo francés le ha aupado a disputar el Elíseo.

François Fillon (Los Republicanos)

Periodista y político, Fillon era el máximo favorito antes del ‘Penelopegate’. Sin embargo, el caso de presunta corrupción que le rodea ha reducido sus expectativas e incluso se barajó la posibilidad de sustituirle al frente de la candidatura de los conservadores.

Primer ministro durante el gobierno de Nicolas Sarkozy, Fillon apuesta por reducir el gasto público a través del recorte de funcionarios (en más de 300.000), aumentar la edad de jubilación y rebajar la prestación por desempleo.

En ese sentido, el candidato de Los Republicanos propone profundizar sobre la liberalización de la economía y la reducción de los impuestos a las empresas.

En materia de inmigración, Fillon coincide en muchas cuestiones con Marine Le Pen, y apuesta por reforzar el control de las fronteras como herramienta para combatir el terrorismo. Si obtuviera la victoria endurecería las medidas relativas al Islam e instaría a la UE a reforzar las políticas migratorias.

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