Qué y cómo hacer

El nuevo modo

Qué y cómo hacer

Podemos iniciar por la democracia o por el mercado: ambas son las variables-resultado del modelo.

Palacio Federal Legislativo
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Lo primero para una “Nueva Transitología” es cambiar de aproximación La reducción a solo una o dos dimensiones (política y/o economía) y una visión funcional unidireccional no resultan apropiadas. Es forzoso el manejo de la complejidad “sistémica” que asuma la variedad de las interacciones reales.. Saber la realidad actual de la marcha de lo societal resulta insustituible Lo político (democracia) exige instituciones acordes. Pero, por ejemplo, el “Caso Venezuela” (el anterior ciclo “democrático” 1.958-98) muestra que una inapropiada definición de democracia afecta el montaje institucional necesario. Las relaciones entre variables son bidireccionales, entonces Lo anterior define el conjunto de relaciones a manejar. Plantea un doble nivel de exigencias y esmero. Ej: las instituciones definen la democracia posible; pero, esas instituciones estarán influidas por el concepto de democracia en liza. Entra en juego la Ley de Ashby: solo la complejidad abarca la complejidad Weber, hace unos cien años, nos permitió conocer los tres tipos de aproximación a la política: tradicional, carisma y burocrático. Hoy podemos decir que para optimizar no hay opción al último y que el análisis y el diseño amplios deben ser formales. Se trata de exigir la más adecuada definición del modelo de actuación Podemos iniciar por la democracia o por el mercado: ambas son las variables-resultado del modelo. No basta solo una de ellas. No nos sirve el modelo chino, por ejemplo. El nuestro admite variantes aceptables; pero, no omisiones. En el libro venidero referimos un modelo de ocho esferas de variables Para 1) la democracia y 2) el mercado; entonces, en un modelo como el propuesto, importan, al menos, 3) las instituciones, 4) la cultura para los cometidos previos, 5) el bienestar social, 6) lo territorial, 7) el medio externo y 8) la historia. En la esfera social anida el “big bang” del asunto: el “bloque” transicional Recientes ejemplos latinoamericanos (los casos de Macri, Áñez y Guaidó) muestran la poca intuición y conocimiento del potencial de cambio de la asunción apropiada y el preciso abordaje transicional. En el “bloque”, los iniciadores y el know-how- del cambio societal Ese saber mezcla unidad creciente formal (pacto) con ideas de cambio que conduzcan a una consolidación (el objetivo) y la serie de pasos que la permitan y mantengan. ¿Fácil? Sí; pero, esquiva. Salvo gran celo conceptual.

Lo primero para una “Nueva Transitología” es cambiar de aproximación

La reducción a solo una o dos dimensiones (política y/o economía) y una visión funcional unidireccional no resultan apropiadas. Es forzoso el manejo de la complejidad “sistémica” que asuma la variedad de las interacciones reales.

Saber la realidad actual de la marcha de lo societal resulta insustituible

Lo político (democracia) exige instituciones acordes. Pero, por ejemplo, el “Caso Venezuela” (el anterior ciclo “democrático” 1.958-98) muestra que una inapropiada definición de democracia afecta el montaje institucional necesario.

Las relaciones entre variables son bidireccionales, entonces

Lo anterior define el conjunto de relaciones a manejar. Plantea un doble nivel de exigencias y esmero. Ej: las instituciones definen la democracia posible; pero, esas instituciones estarán influidas por el concepto de democracia en liza.

Entra en juego la Ley de Ashby: solo la complejidad abarca la complejidad

Weber, hace unos cien años, nos permitió conocer los tres tipos de aproximación a la política: tradicional, carisma y burocrático. Hoy podemos decir que para optimizar no hay opción al último y que el análisis y el diseño amplios deben ser formales.

Se trata de exigir la más adecuada definición del modelo de actuación

Podemos iniciar por la democracia o por el mercado: ambas son las variables-resultado del modelo. No basta solo una de ellas. No nos sirve el modelo chino, por ejemplo. El nuestro admite variantes aceptables; pero, no omisiones.

En el libro venidero referimos un modelo de ocho esferas de variables

Para 1) la democracia y 2) el mercado; entonces, en un modelo como el propuesto, importan, al menos, 3) las instituciones, 4) la cultura para los cometidos previos, 5) el bienestar social, 6) lo territorial, 7) el medio externo y 8) la historia.

En la esfera social anida el “big bang” del asunto: el “bloque” transicional

Recientes ejemplos latinoamericanos (los casos de Macri, Áñez y Guaidó) muestran la poca intuición y conocimiento del potencial de cambio de la asunción apropiada y el preciso abordaje transicional.

En el “bloque”, los iniciadores y el know-how- del cambio societal

Ese saber mezcla unidad creciente formal (pacto) con ideas de cambio que conduzcan a una consolidación (el objetivo) y la serie de pasos que la permitan y mantengan. ¿Fácil? Sí; pero, esquiva. Salvo gran celo conceptual.

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