El expresidente de la Generalitat de Cataluña Jordi Pujol ha sido uno de los últimos que se han beneficiado de la prescripción de los delitos. El veterano político catalán defraudó más de 885.000 euros en el año 2000, según ha reconocido la Agencia Tributaria en un informe entregado a la Audiencia Nacional. Pero ha prescrito. Junto a él, otros se han aprovechado del paso de los años. El exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato, el que fuera coordinador general del PP Fernando Martínez-Maíllo o el exjefe de la Generalitat Valenciana Francisco Camps protagonizan algunos ejemplos de cómo la justicia ha dado estos últimos años carpetazo a investigaciones por haber prescrito los presuntos delitos.
