La conferencia de Carles Puigdemont en la Universidad de Copenhague (Dinamarca) se ha acogido con gran expectativa. Después de que el Tribunal Supremo rechazase emitir una euroorden de detención contra el expresident de Cataluña, el dirigente del PDeCAT ha adelantado que las fuerzas independentistas formarán pronto un nuevo gobierno, “a pesar de las amenazas de Madrid”.
“Es hora de negociar”, ha apuntado Puigdemont, tal y como ha recogido la Agencia EFE. En este sentido, el líder catalán ha completado que ha llegado el momento de “acabar la represión y buscar una solución política”. Pero antes, como condición, “Madrid necesita reconocer que las fuerzas independentistas ganaron las elecciones que convocó Rajoy y el gobierno ilegítimo de Madrid sobre Cataluña debe acabar”.
Así, el expresidente de Cataluña ha insistido a los asistentes que trasladar el mensaje a los catalanes de que no pueden elegir a su gobierno solo tiene un significado: “que no hay democracia en Cataluña, que votar en unas elecciones es inútil”. De esta manera, Puigdemont ha recalcado que “lo que está en juego” va más allá de un conflicto en España: “Está en juego la idea de democracia en toda Europa”.
“Nosotros queremos ser una Dinamarca del sur”
No obstante, el máximo dirigente del PDeCAT ha asegurado que el 21 de diciembre, en las elecciones, el pueblo catalán envió un mensaje al mundo: “No nos rendiremos ante el totalitarismo”. De hecho, Puigdemont tiene la confianza de que “en un día no muy lejano” prevalezca la voluntad que, a su parecer, tiene Cataluña. Mientras tanto, el líder político no ha dudado en volver a acusar a Mariano Rajoy de “violar los derechos fundamentales” de los catalanes.
Siguiendo con esta línea, el expresident se ha preguntado si el apoyo que Rajoy está recibiendo de Europa no tiene que ver con que los mandatarios sean del mismo partido político. Aun así, Puigdemont ha buscado el apoyo de Dinamarca si en un futuro Cataluña es un Estado independiente. Y para ello, el dirigente ha comparado la historia de ambos lugares: “Los catalanes admiramos a Dinamarca. Nosotros queremos ser una Dinamarca del sur. Somos dos naciones pequeñas que hemos sobrevivido a todas las vicisitudes históricas”.
