PSdeG, Galicia en Común y BNG apuestan por la intervención pública de Alcoa San Cibrao

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PSdeG, Galicia en Común y BNG apuestan por la intervención pública de Alcoa San Cibrao

Feijóo defiende su gestión apoyádonse en estadísticas que el resto de partidos le afean que "manipule" a su favor.

Un participante de la manifestación del comité de empresa de Alcoa

Los candidatos de PSdeG, Galicia en Común y BNG –Gonzalo Caballero, Antón Gómez-Reino y Ana Pontón– han expresado su apuesta por la intervención pública de la planta de Alcoa San Cibrao –en Cervo (Lugo)– como vía para garantizar su continuidad y salvar los más de 500 empleos en la factoría.

Así lo han expresado en el segundo bloque del debate electoral a siete que en la noche de este lunes acoge la Televisión de Galicia. Un segundo bloque centrado en la economía y en el que el presidente autonómico y candidato a la reelección por el PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, ha esgrimido los datos de Encuesta de Población Activa, afiliaciones a la Seguridad Social y paro como avales de su gestión al frente de la Xunta, al tiempo que ha defendido que durante sus once años de gobierno «Alcoa no cerró» y ahora, dice, está amenazada por «el tridente» que representan PSdeG, En Común y BNG.

«Lo único que gestiona Feijóo de maravilla es su imagen», ha señalado el candidato de Marea Galeguista, Pancho Casal, que, como los representantes de PSdeG, En Común y BNG han acusado al presidente de «manipular» las estadísticas a su favor.

Por su parte, Beatriz Pino (Ciudadanos) ha apelado a centrarse en proteger a la «clase media» para que «no paguen otra vez» la crisis abierta por el coronavirus, mientras que Ricardo Morado (Vox) ha reclamado la reducción de «los gastos políticos innecesarios» para «destinar a cosas precisas y concretas».

ALCOA SAN CIBRAO

La sitaución de Alcoa San Cibrao, sumida en un ERE para más de 500 trabajadores de la planta de aluminio primario, ha protagonizado buena parte del tiempo del segundo bloque, dedicado a la economía y la reconstrucción de los efectos causados por la crisis del Covid-19.

Así, Caballero, Gómez-Reino y Pontón han reiterado durante sus intervenciones su apuesta por la intervención pública de la planta de A Mariña Luguesa, al tiempo que han acusado al Gobierno de Núñez Feijóo de no haber ejercido sus competencias en materia industrial, como confiere a la Xunta el Estatuto de Autonomía, durante sus once años en San Caetano.

«Durante estos once años Alcoa no cerró. Ahora, con este tridente (en alusión a PSdeG, BNG y Galicia En Común) Alcoa cierra y no estoy dispuesto. Alcoa es una cuestión fundamental», ha incidido Núñez Feijóo, según el cual, socialistas y Unidas Podemos (que forma parte de la coalición En Común) han cambiado de criterio respecto a Alcoa desde su llegada al Gobierno central.

Feijóo ha esgrimido su perfil institucional y su experiencia de gobierno como aval ante los ciudadanos: «Ofrezco gestión y certezas. Soy el único que puede decir que se aplicará de forma inmediata soy soy. Y el único que tiene experiencia en gestionar dinero público soy yo».

Frente a ello, la oposición ha cargado contra el balance de los años de Feijóo en la Xunta en el plano económico e industrial, marcado por los «cierres» de empresas y «la pérdida» de empleos en material industrial.

«Sus cifras dan miedo», ha espetado Ana Pontón (BNG), mientras que Gómez-Reino (En Común) ha enumerado «la lista interminable de empresas que han cerrado en estos años de sistemática inacción del Gobierno del PP». «Usted no ha sido capaz de generar empleo cuando ha gobernado en épocas de bonanza también», ha aseverado Gonzalo Caballero (PSdeG).

Feijóo ha replicado esgrimiendo datos estadísticos que socialistas, nacionalistas, ‘comunes’ y la Marea Galeguista lo han acusado de «manipular» a su favor. «Lo que importa es lo que digan la EPA y los datos», ha insistido el popular, que ha puesto el foco en que Galicia tiene «mejores» cifras de empleo que antes de su llegada a la Xunta y está «mejor preparada» para afrontar las consecuencias del Covid-19.

El mandatario autonómico ha incidido en su faceta presidencial y en la baza de la continuidad, que ha contrapuesto a la posibilidad de un cambio en la Xunta entre formaciones «que tienen programas incompatibles entre sí».

Por su parte, Pancho Casal ha invitado al PP a cambiar su lema electoral «de ‘Galicia é moito’ por ‘Galicia podría ser moito'». «La realidad es que el sector industrial bajó a niveles anteriores a 2004», ha espetado Casal, que ha invitado a socialistas y a Galicia en Común a decir «dónde está» el estatuto del consumidor electrointensivo prometido para garantizar el futuro de Alcoa San Cibrao.

«Galicia necesita un gobierno socialista que tenga una hoja de ruta para la reconstrucción del país», ha manifestado Gonzalo Caballero, que se ha comprometido a impulsar desde la Xunta «un gran acuerdo» con «fuerzas políticas, sindicatos, empresarios y el poder municipal» dotado con 2.500 millones de euros de fondos públicos.

Gómez-Reino ha calificado de «terrible» el balance en materia económica de Núñez Feijóo, al que ha tachado de «prestidigitador de la mentira», que en este punto ha lanzado un guiño a «los compañeros» de PSdeG y BNG. «Claro que tenemos un programa alternativo para llevar a esta sociedad al siglo XXI», ha apuntado, antes de prometer «un plan especial de empleo post-Covid acordado con los agentes sociales», algo que, dice «no puede hacer Feijóo».

Pontón, que ha acusado a Feijóo de «usar las estadísticas como los borrachos usan las farolas, para apoyarse en vez de para ver la luz», ha puesto el foco en que si es «presidenta», apostará por impulsar la ciencia y la innovación «duplicando» los fondos que la Xunta dedica a este campo y tratará de «cambiar el modelo depredador por una economía verde, con enrgía renovables» con la creación de «una tarifa eléctrica gallega».

Para la candidata de Ciudadanos, Beatriz Pino, el resto de formaciones «se han olvidado» de la clase media que «no puede volver a pagar» una crisis como la actual. En este punto, y tras echar en cara al BNG su alianza con ERC en las pasadas europeas, ha reivindicado su formación como «la única de centro» capaz de «sentarse» a negociar «cosas útiles para todos».

Por su parte, Ricardo Morado (Vox) ha alertado que el sector del mar en Galicia «se está secando» y el mundo rural «apenas sobrevive con las cuotas» de la leche, una situación de la que responsabilizado a «los partidos de gobierno que están hoy aquí en el debate, que llevan mucho tiempo sin hacer nada».

PRIMER RIFIRRAFE

El primer rifirrafe del debate llegó en este el segundo bloque, con el lel candidato socialista, Gonzalo Caballero, como protagonista al engancharse con Beatriz Pino, de Ciudadanos, y Ricardo Morado, de Vox.

El primer duelo dialético del debate ha llegado cuando la candidata naranja se refirió a la actitud de Gonzalo Caballero durante la intervención que abrió el bloque. «Los ciudadanos quieren soluciones, no gritos», señaló Beatriz Pino, a lo que el socialista afeó que «lo que hace Ciudadanos» es limitarse a dicursos «sin concreción».

El segundo enfrentamiento dialético llegó cuando el candidato de Vox por A Coruña, Ricardo Morado, tomó la palabra para indicar que las propuestas de su formación, como «reducir el gasto político innecesario», «no son escuchadas» por el resto de partidos.

«Porque son malas, son malísimas», espetó Caballero, que afirmó que el líder de Vox, Santiago Abascal, «lleva toda la vida en chiringuitos». «Pregúntele a él», añadió el socialista.

En ese momento, Ricardo Morado mostró dos fotos en las que se veían grupos de manifestantes en actos de Vox durante esta campaña que identificó como «cachorros» de los partidos presentes en el debate que «vienen a los actos a escupir e insultar».

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