Luís Montenegro, primer ministro de Portugal (Foto: Europa Press/Contacto/Henrique Casinhas)
El primer ministro de Portugal, Luís Montenegro, ha elevado el tono en materia de inmigración con unas declaraciones que han agitado el panorama político del país. En un acto del Partido Social Demócrata (PSD), el mandatario anunció que los inmigrantes que se encuentren en situación irregular “van a tener que salir” de Portugal, defendiendo una política de “puertas cerradas” para quienes no respeten las normas, y “puertas abiertas” únicamente para la llegada de mano de obra legal.
Montenegro defiende que cumplir las reglas debe tener consecuencias visibles, y aboga por una inmigración regulada y vinculada a las necesidades del mercado laboral
Montenegro justificó la medida asegurando que “no cumplir las reglas no puede ser igual que cumplirlas”. El primer ministro remarcó que, al asumir el gobierno hace once meses, encontró más de 400.000 procesos pendientes de inmigrantes sin control ni información clara sobre su identidad o actividad en el país. “El Estado no sabía quiénes eran ni qué hacían”, subrayó, en una crítica directa a los anteriores gobiernos socialistas, a los que responsabilizó del “gran apagón” en la política migratoria.
La oposición, desde la izquierda hasta el partido de extrema derecha Chega, ha calificado el anuncio como un intento electoralista, especialmente en un contexto político marcado por la proximidad de elecciones. Mientras que Chega acusa al gobierno de ineficacia, el resto de fuerzas denuncian una estrategia populista que estigmatiza a los inmigrantes.
Desde el Ejecutivo, el ministro de la Presidencia, António Leitão Amaro, confirmó que se notificará a casi 18.000 inmigrantes para que abandonen el país voluntariamente en un plazo de 20 días, mediante comunicaciones emitidas por la Agencia para la Integración de Migraciones y Asilo (AIMA).
El presidente Marcelo Rebelo de Sousa advierte que la expulsión de miles de personas no resolverá el fenómeno migratorio y recuerda su aportación a la economía nacional
El presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, ha marcado distancia con la estrategia del Gobierno. En declaraciones posteriores, subrayó el papel fundamental de los inmigrantes en la economía portuguesa, recordando que hay entre 1,5 y 1,6 millones de inmigrantes viviendo en el país. Advirtió que las notificaciones de salida no resuelven el fenómeno migratorio y defendió una visión más inclusiva y realista.
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