Porsche, filial del gigante automotor Volkswagen, será la primera fabricante alemana que abandonará el diésel, anunció el presidente de la junta directiva de la empresa en una entrevista que hoy publica el dominical «Bild am Sonntag».
«En lo sucesivo en Porsche no habrá diésel», declaró Oliver Blume para a renglón seguido apuntar que la marca deportiva y de lujo se concentrará en lo que puede hacer bien.
«Eso son automóviles de gasolina potentes, híbridos y, a partir de 2019, serán automóviles eléctricos puros», agregó.
Blume explicó que Porsche jamás había desarrollado y producido motores diésel por sí mismo. «Sin embargo, la imagen de Porsche se vio dañada. La crisis del diésel nos causó muchos problemas», recordó en relación al escándalo que saltó a la luz en 2015 cuando Volkswagen reconoció haber manipulado el sistema de emisiones contaminantes de unos 11 millones de coches en el mundo.
Otra de las razones que el directivo de la automotriz alega para dejar de utilizar el diésel es el rendimiento que se les exige a los vehículos deportivos, cuya aceleración es más eficaz y rápida con motores de gasolina.
«Porsche será en el futuro más Porsche de lo que fue en el pasado. Con gran rendimiento y eficiencia. El diésel está pensado para otro tipo de conducción», manifestó.
Las declaraciones de Blume se publican el mismo día en que los responsables de las principales automotrices alemanas se reúnen con la canciller Angela Merkel en Berlín para abordar las futuras prohibiciones a la circulación de antiguos vehículos diésel en centros urbanos de algunas ciudades germanas.
