El exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, publica su nuevo libro, Enemigos Íntimos (Navona Editorial), en el que analiza la evolución de la izquierda española a través de un diálogo con la politóloga Irene Zugasti. En uno de los capítulos más esperados, Iglesias carga con dureza contra Yolanda Díaz, a quien percibe atrapada en una «nube de narcisismo» de la que «no ha sabido bajar». Su diagnóstico: Díaz abandonará la política en un futuro cercano.
«Yolanda se enamoró de la fama», asegura Iglesias
Iglesias recuerda cómo en 2021 vio en Yolanda Díaz a la figura ideal para relevarle como referente de la izquierda en plena «persecución y desgaste» de Podemos. Aunque reconoce sus logros al frente del Ministerio de Trabajo, considera que su relación se deterioró cuando Díaz excluyó a Irene Montero e Ione Belarra del proyecto ‘Otras Políticas’.
Según Iglesias, el principal error de Díaz fue su «voluntad de destrucción de Podemos» y su «inquina visceral» hacia Montero, lo que impidió construir un liderazgo integrador. Critica que, embriagada por su popularidad, Díaz cambió su personalidad y forma de actuar, atrapada en un proceso de «fama» que terminó por desconectarla de la realidad política.
Iglesias sostiene que Yolanda Díaz se alejó de sus principios, adoptando una «personalidad forzada» que finalmente debilitó su proyecto político
Un futuro fuera de la política para Yolanda Díaz
Iglesias augura que Yolanda Díaz no repetirá como diputada ni intentará encabezar nuevas candidaturas. En su opinión, la vicepresidenta podría encontrar un retiro digno presidiendo una fundación vinculada a CCOO o incluso un cargo en la Organización Internacional del Trabajo.
Para Iglesias, el «fracaso político» de Díaz radica en la construcción de Sumar sin primarias ni participación militante, apostando por una izquierda «subalterna al PSOE» que no logró consolidarse.
Pablo Iglesias predice que Yolanda Díaz abandonará la primera línea política y acusa a su proyecto de falta de democracia interna
Carmena, el «yolandismo» y el «cuñadismo progresista»
En otro de los capítulos, Iglesias critica duramente a Manuela Carmena, calificándola como «persona conservadora» y considerando su estilo precursor del «yolandismo», una forma de hacer política basada en un «cuñadismo progresista hueco y superficial».
Iglesias lamenta que el municipalismo impulsado por Carmena y otros acabara debilitando a Podemos y fortaleciendo al PSOE, advirtiendo que el mismo destino aguarda a muchos cuadros de la era Sumar.
Iglesias critica la actuación política del Rey y sostiene que ser monárquico hoy equivale a «reivindicar la corrupción como forma de Gobierno»
Pedro Sánchez y Felipe VI: críticas a la izquierda institucional
Sobre Pedro Sánchez, Iglesias asegura que «nunca fue de izquierdas» y que solo asumió ciertos marcos ideológicos por la presión de Podemos. Admite que, pese a trabajar juntos en el Gobierno, nunca existió entre ellos una conexión personal.
Respecto a Felipe VI, Iglesias denuncia su «compromiso político férreo» con la supervivencia de la monarquía en favor de la derecha. Relata un episodio vivido en Bolivia donde el monarca, según su versión, ignoró al Gobierno español en reuniones bilaterales, priorizando sus contactos con mandatarios conservadores.