“Este es un momento muy difícil para mí, al hacer pública mi decisión de darme de baja como afiliada de Ciudadanos y de no participar en la candidatura para las próximas elecciones a la Asamblea de Madrid”, expone la diputada en una carta a la que ha tenido acceso Europa Press.
En ella relata que se incorporó a la formación naranja en 2014 porque era un “proyecto político renovador” que perseguía “abordar los grandes problemas estructurales del país y generar ilusión en la ciudadanía”. Asegura que al ser elegida diputada en la XI Legislatura sintió un “verdadero honor” al representar a los madrileños en temas relacionados a Juventud y Asuntos Europeos, pero que entiende que el partido “en los últimos tiempos” ha ido “perdiendo totalmente el rumbo”.
“La causa fundamental se ha debido a la inexistencia de una estrategia coherente, un ideario claro y unos valores firmes. Un proyecto político que carece de dichos elementos, deja de ser útil a la sociedad”, ha cargado Brasero, quien ha incidido en que la ausencia de liderazgos se da “desde el ámbito nacional al autonómico y municipal”.
En su opinión, faltan figuras capaces de “escuchar, comunicar y motivar” y que aporten “conocimiento y experiencia necesarios” para la gestión, así como para poder generar confianza desde la transparencia de la toma de decisiones. Cree que la consecuencia del nepotismo en la formación es que “estas personas no han sido siempre las más válidas ni han estado capacitadas”.
“Quiero quedarme con los mejores momentos de esta experiencia política que he vivido apasionantemente al lado de compañeros de gran valía intelectual y humana, y con afiliados que han trabajado de manera altruista por construir una sociedad mejor. Ellos sí son la verdadera esencia de Ciudadanos”, concluye la misiva.
