La implicación del ministro de Justicia, Francisco Caamaño, en la manifestación del pasado fin de semana en favor del gallego puede tener consecuencias para su futuro político. Las buenas relaciones que ha logrado alcanzar con las asociaciones judiciales, menos con la conservadora, hacían que su nombre apareciera en las quinielas como posible candidato del PSOE gallego a las próximas elecciones. Ahora, tras la decisión de Caamaño de abanderar esta lucha de carácter nacionalista, pocos apuestan por esta candidatura.
En los foros financieros, el Debate sobre los presupuestos acapara la atención de los expertos. No sin ironía muchos señalan que no hace falta tanta polémica y acuerdos para unas cuentas que no se van a cumplir. También se habla la escasa fiabilidad de algunos datos del cuadro macroeconómico. En el borrador se estima, por ejemplo, un déficit del 6%, la mitad de lo que ha avanzado el FMI.
La absoluta inacción de las autoridades económicas en asuntos como la imposición de transparencia absoluta a las compañías registradas en paraísos fiscales empieza a despertar suspicacias en algunos ambientes. Hay quien ironiza y asegura que los políticos necesitan agujeros negros para guardar el dinero que obtienen con las comisiones ilegales.
