Unicaja planteó por primera vez en septiembre a los sindicatos la necesidad de aplicar un recorte salarial de hasta un 20%. El pasado mes de septiembre Unicaja planteó a los sindicatos un Plan de Ajuste Salarial, que contemplaba la necesidad de reducir los costes laborales un 20%, en términos absolutos unos 51 millones de euros, en un periodo de dos años.
Tras unas pocas reuniones, las conversaciones quedaron en suspenso casi dos meses, hasta que a mediados de diciembre volvió a insistir a los sindicatos en la necesidad de realizar este ajuste. Casi cuatro meses de negociaciones que cual Guadiana han ido apareciendo y desapareciendo según la conveniencia de la dirección, provocando no poco enfado entre los representantes de los trabajadores.
Ahora, y en un momento en que se espera que el anuncio de la fusión con Ceiss sea inminente, no son pocos los trabajadores que se preguntan si Unicaja volverá a insistir en recortar los salarios, y esperará ya a integrar la plantilla de la entidad castellana, para posteriormente realizar una ‘homologación’ a la baja de las nóminas.
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