Allende los mares, donde está estos días. A mi jefe parece haberle salido la vena poética. Y, además, dice que quizá no haya que dar por enterrado a Eurovegas. ¿Se acabó Eurovegas? Mi jefe que está a miles de kilómetros de distancia, no descarta que en algún momento del futuro alguien quiera rescatar este asunto. Curioso que lo diga él, que, sin embargo, y, desde el primer momento, anticipó que iba a pasar lo que ha pasado. O sea que ese macrocomplejo de ocio y juego no llegaría a construirse.
Por lo menos si a Las Vegas Sands y a Sheldon Adelson les tocaba poner dinero. Otra cosa es que se lo entregarán ya construido y le dejarán gestionarlo y sacarle el beneficio sin arriesgar nada.
Pero lo mismo que todo el proyecto era una verdadera locura y aún así se presentó al mundo. Hasta podría transmutarse en función de algunos intereses concretos, para resucitar, correspondientemente ‘tuneado’.
Ahora, es fácil, que el Gobierno madrileño culpe a los elementos, o lo que es lo mismo a Bruselas, de la volatilización de una inversión que iba a dar trabajo a todos los parados de la autonomía.
En cualquier caso, a quien me paga, le parece que estamos ante un ejercicio más de ‘antitransparencia’ informativa y trufado de ese ‘paletismo’ tan habitual en la actuaciones de Ignacio González, el presidente de la Comunidad, y de la alcaldesa Ana Botella, que no tiene que ver con esto, pero sí, con otras actuaciones que han hundido también la imagen internacional de Madrid.







