Soraya Rodríguez avala con su pasividad el nombramiento de Martínez Tristán como vocal del CGPJ. España y esperpento son dos conceptos que tienden a caminar de la mano. Eso es algo que observamos prácticamente a diario y con lo que el ciudadano de a pie convive de mejor o peor gana, eso ya depende. Sin embargo, en ocasiones todavía hay lugar para la sorpresa.
Y la sorpresa ha llegado, hoy, con nombre y apellidos: Soraya Rodríguez. La portavoz del PSOE en la Cámara baja ha comentado que a ella tampoco le gusta que el señor Francisco Gerardo Martínez Tristán, el juez que decide sobre los la privatización de la Sanidad en Madrid, vaya a ser nombrado vocal del CGPJ, pero que “la responsabilidad es de quien lo ha propuesto, que es el PP”. Lo cual deja una amarga incógnita surcando los cielos: ¿y la responsabilidad del PSOE como principal grupo de la oposición cuál es?
Mi jefe opina que corren tiempos curiosos en la política (Zaplana elogiando públicamente a Rubalcaba es un ejemplo) y que por eso tampoco le ha cogido, a él, tan desprevenido el discurso de la portavoz socialista. Ahora bien, tampoco sería de recibo que al PSOE, con esta actitud, se le quede luego cara de sorpresa cuando la sociedad pase por encima de su chepa. Porque de lo que no cabe duda es de que no han comprendido la realidad de los tiempos que vivimos.
