Los procesados por el Prestige han conseguido su objetivo: separar lo máximo posible en el tiempo el hecho de la sentencia. Las redes sociales están que arden tras la decisión que ha adoptado la Justicia sobre el Prestige. La sentencia de la Audiencia Provincial de La Coruña ha absuelto a los tres acusados de un delito medioambiental: el capitán del barco, Apostolos Mangouras, el jefe de máquinas del buque, Nikolaos Argyropoulos, y el exdirector general de la Marina Mercante José Luis López Sors. En plata: que nadie tiene la culpa de lo sucedido.
Mi jefe ha aplaudido no la decisión en sí, claro, sino la técnica de los acusados para haber logrado separar tanto en el marco temporal el hecho de la sentencia. Ése es, nos ha dicho, lo que busca cualquier procesado. Y eso es lo que han conseguido los abogados defensores. Eso sí, si los jueces aparecen luego en las encuestas dentro de uno de los sectores profesionales peor valorados por la población, que no se extrañen.
Ahora queda por ver si la plataforma Nunca Máis va a recurrir la sentencia ante el Tribunal Supremo. En principio parece que hay ganas de hacerlo, pero sus abogados ya han declarado que todavía no las tienen todas consigo.
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El Prestige en el tiempo
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