Trámite ante el espejo

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Trámite ante el espejo

Carlos Humanes, editor de Elboletin.com

La gran conferencia política convocada este fin de semana por los actuales dirigentes del PSOE, probablemente cumpla el objetivo para el que fue diseñada: que todo siga como está. Alfredo Pérez Rubalcaba y su equipo abordan están reunión con una clara actitud defensiva y ya puede anticiparse que lo único que saldrá de este magno cónclave, que algunos han querido equiparar con el congreso de Suresnes, será una declaración, mejor o peor, pero lo suficientemente ambigua para que casi no signifique nada, para que no suponga, por ejemplo, una obligación concreta sobre la puesta en marcha de un proceso de primarias abiertas.

Y, por supuesto, para que permita también que se envíe al limbo la posible celebración de un congreso que sería la mejor manera de llevar a cabo esa refundación del partido que, supuestamente, tirios y troyanos quieren conseguir.

Es cierto que el actual secretario general del PSOE no tiene en este momento ningún candidato en contra con el tirón suficiente para inquietarle, ni en cuánto a apoyo popular, ni dentro de su formación política. Emerge, sin embargo, la figura de la actual presidenta de Andalucía, Susana Díaz, como aspirante ‘futurible’ con potencia para intentar dar el salto, pero, hoy por hoy, tiene el calendario en contra.

Para consolidarse como alternativa, tendría que ganar antes sus ‘propias elecciones’ en la comunidad autónoma que gobierna. Y para eso faltan más de dos años. Siempre que no decida adelantar los comicios, lo que no parece estar entre sus planes más inmediatos.

A día de hoy, la única tarea con la que parece comprometido Rubalcaba es la de mantener el puesto, defendiéndose de unas encuestas que, una vez sí y otra también, marcan nuevas caídas en las expectativas de voto del PSOE, salvo cuando las elaboran consultoras contratadas por entidades del entorno socialista como la revista ‘Temas’, cuyo Consejo Editorial preside Alfonso Guerra.

Y, entonces, ¿qué busca el actual líder socialista? Es difícil de averiguar, puesto que, salvo una conjunción astral completamente inesperada, no es probable que en las próximas elecciones generales, si el fuera el cabeza de lista, pudiera conseguir unos resultados electorales mínimamente aceptables para el PSOE.

Quizá porque uno de los grandes problemas de este histórico partido, y de sus actuales dirigentes, sea que parecen moverse completamente a espaldas de las dificultades de la sociedad españolas y sus inquietudes, inmersos como están en sus inacabables luchas internas.

Y no parece que la gran conferencia política que se celebra en estos días vaya a cambiar eso. Entre otras cosas, como decíamos al principio, porque no está pensada con ése propósito, por mucho que las grandilocuentes declaraciones de sus promotores así lo señalen. Se hace para qué todo se quede como está que, como quizá no sea muy difícil deducir, es lo que en realidad pretende Rubalcaba.

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