El ‘Rajoy Style’

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El ‘Rajoy Style’

Carlos Humanes, editor de Elboletin.com

Si el artista surcoreano Park Jae Sang, mas conocido como PSY, agitó la escena mundial de la música pop con su ‘Gangnam Style’, aquel frenético baile que conquisto el planeta desde YouTube, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy también podría intentarlo con su único e inigualable ‘Rajoy Style’.

Es casi la misma historia pero a la inversa, porque el político gallego cambia los movimientos frenéticos de su rival asiático por el mutismo riguroso y la quietud mística. Y si no tiene vídeo viral que extienda el contagio por Internet, sólo es porque más que una película corta, la imagen asociada al ‘Rajoy Style’ es una foto fija.

El jefe del ejecutivo y del Gobierno español, con su apuesta vital y estratégica por la inacción va a conseguir que la irresponsabilidad sobre cualquier asunto se extienda como una mancha de aceite entre la clase política. Ya está pasando. Desde hace meses, aquí nadie es responsable de nada ni mueve un músculo si no es estrictamente necesario. Por mucho que esa forma de actuar tenga un coste bastante alto y que en algunos entornos cercanos al Gobierno y al PP haya brotado últimamente la idea de que la manera de enfrentarse a los problemas de Mariano Rajoy ha tenido ya muchas consecuencias negativas para la formación conservadora y, en los próximos meses, puede tener muchas más.

Esto sucede, por ejemplo, en todo lo relacionado con el ‘caso Bárcenas’. La situación empeora a toda velocidad y lamina las expectativas de voto del partido. Sin embargo, Rajoy se mantiene fiel a sus principios y se niega a dar explicaciones. Impasible a la lluvia de críticas y a la sombra de la sospecha que le rodea, vuelve a repetir lo que dijo en su comparecencia parlamentaria de antes del verano: el es un hombre decente que no ha hecho nada que se le pueda reprochar.
Y así, por imitación otros actores relevantes de la política y las instituciones españolas recurren al ‘Rajoy Style’ cuando les vienen mal dadas. Eso ha hecho, por ejemplo, hace unos días, el presidente del Congreso, Jesús Posada, cuándo se ha visto cuestionado a costa de las obras realizadas en el hemiciclo por las ‘cuadrillas’ de una empresa de Florentino Pérez. Poco importa que esos operarios hayan tapado los agujeros de bala que recordaban a los españoles aquel intento de golpe de estado que dieron Tejero y los suyos. La destrucción de ese patrimonio común no es responsabilidad de nadie. Nadie dio la orden y nadie la ejecutó.

Y menos que nadie, Posada claro. El tampoco ha sido. Eso sí, en un alarde de generosidad, va a preguntar y a enterarse por si tiene a bien contarlo luego. Menos mal. Posada ya se puso de perfil, con este asunto, desde el principio. Justo cuando estas mismas obras justificaron la construcción de una empalizada que aisló el Congreso de los Diputados de los ciudadanos en los momentos en que las protestas contra los recortes alcanzaron su máxima tensión.

Por cierto que, en aquel momento, todos los parlamentarios, incluidos los de la izquierda radical practicaron el ‘Rajoy Style’ con solvencia. Y ahora parece que hay más de un miembro de la oposición que se dispone a repetir la jugada con este asunto de los agujeros del techo del Congreso. Nada de preocuparse por una rejilla más o menos. La solución es dejar que pase el tiempo, para que ese espinoso asunto quede en el olvido. Como tantos otros.

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