Rubalcaba ha estado lento de reflejos

Mi jefe dice...

Rubalcaba ha estado lento de reflejos

El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, hizo ayer su propio ‘striptease fiscal’ y presentó datos sobre su patrimonio y sus declaraciones de Hacienda de la última década. Esto le ha gustado mucho a mi jefe, aunque no ha podido dejar de preguntarse por qué no lo ha hecho antes.

Según me explicaba, le sorprende que no haya dado este paso antes, porque “si solo tiene lo que ha presentado no se entiende su tardanza”, me ha dicho. De haberlo hecho, y en esto coincido con este buen hombre, no habrían saltado a la palestra tantas especulaciones y preguntas sobre el patrimonio del líder de los socialistas. “Le han faltado reflejos políticos”, se ha quejado.

Mi jefe ha aprovechado también para darle un poco de estopa el PP (aquí cobra hasta el gato como pueden ver) y me ha señalado que las palabras del vicesecretario general de Organización del Partido Popular, Carlos Floriano, en las que aseguraba que en su partido se paga más por que tienen más posibilidades, son un despropósito.

“El seños Floriano debe recordar que los partidos se financian de modo público (por los escaños y diputados conseguidos en las elecciones) y a través de aportaciones, no estaría mal que el PP diera explicaciones sobre estas últimas”. Esto me recuerda un refrán muy recurrente que me da mucha hambre: ‘las cosas claras y el chocolate espeso’, aunque quizás a Floriano no le gusta el chocolate o es alérgico a la lactosa.

La cosa está que arde, más cuando la secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, se comprometió a principios de año a llevar a cabo una auditoría externa de las cuentas del PP, “de la que nadie se quiso hacer cargo, menos los Técnicos de Hacienda (Gestha) a los que ignoraron”.

Menudo lío se ha formado entre patrimonios, declaraciones de Hacienda y auditorías. Estoy mareada, así que me voy a tomar un poco de chocolate (lo que no cura el chocolate no lo cura nada, lo mismo a algunos de nuestros políticos más guerreros les vendría bien endulzarse un poco la vida, ¿no les parece?

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