La ‘barra brava’ del PP

Mi jefe dice...

La ‘barra brava’ del PP

Sede del PP

A muchos nos ha sorprendido ver por la televisión a un grupo de las Nuevas Generaciones del PP congregado en las inmediaciones de la Audiencia Nacional el día en el que María Dolores de Cospedal tenía que prestar declaración como testigo de un presunto delito ante el juez que instruye el ‘caso Bárcenas’.

La sorpresa ha ido in crescendo conforme iba mutando el apoyo de este colectivo. Al principio parecían contentarse con su mera presencia pero luego han comenzado a corear con extraña vitalidad para ser una mañana de agosto eso de «Cos-pe-dal, Cos-pe-dal». Para añadirle emoción al tema, enfrente tenían a una congregación de afectados por las preferentes, sin aparente color político, que ha entendido la presencia de estos hinchas populares como una provocación.

Porque para mi jefe el espectáculo presentado por las Nuevas Generaciones le ha recordado mucho a las barras bravas de Argentina. Ya saben, esos aficionados que buscan, en paralelo al apoyo a su equipo, el enfrentamiento con los hinchas rivales.

La gran pregunta, en cualquier caso, parece ser la siguiente: ¿por qué con Cascos y Arenas, que acudieron ayer a la Audiencia, no hubo ningún grupo de apoyo y con Cospedal sí? A mi jefe sólo se le ocurre apuntar que ha sido la propia Cospedal la que ha dado instrucciones para que se monte semejante tinglado, no vaya a ser que a la miss de su gremio se le fuese a despeinar el pelo ante las voces airadas de algún abuelo.

Lo cual, añade mi jefe, demuestra lo ya sabido por muchos: que la muchacha, muchas luces, lo que se dice muchas luces, tampoco tiene. No para ser la responsable del partido más grande de España, desde luego.

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