François Hollande ha anunciado, al más puro estilo Rajoy (es decir, con algunos ministros por delante), que va a vender parte de las participaciones estatales en algunas empresas públicas para, con ese dinero, tratar de combatir la elevada tasa de desempleo que sufre Francia.
A mi jefe le hemos traído la interesante cuestión de: ¿qué tal privatizar no para reducir el déficit sino para financiar medidas de estímulo? El tipo no me ha contestado directamente, pero sí ha dicho que esta es una decisión política y que por lo tanto está por encima de los mercados. Ergo: seguro que las cosas podrían haber ido peor, como cuando se decide por y para los mercados.
Es decir, que no lo ve con malos ojos, puesto que se equivoque o acierte, le salga bien o le salga mal, Hollande ha decidido lo que ha decidido pensando en el ciudadano francés y no en el señor Mercado. Por cierto, que mi jefe me ha pedido el favor de que eleve mi voz para decir que si alguien conoce al señor Mercado, ése tan exigente y complicado de llevar, se lo presente para poder llevarle a cenar.










