Lencería India

Un grupo de técnicos indios, que para algo tienen que demostrar su condición de emergentes, se ha puesto a trabajar en serio y ha creado una línea de lencería, se ignora si fina o rugosa, que pone a salvo a sus usuarias contra la amenaza de violación, tan frecuente y, al parecer, tan impune como resulta en el país. No se conocen muchos detalles ni sobre la comodidad de las piezas, sobre todo sujetadores y bragas, en contacto con partes tan sensibles del cuerpo ni sobre los elementos de disuasión que puedan ejercer sobre los aspirantes a violadores, que a juzgar por los hechos son numerosos.

Lo de ese gremio de energúmenos indios, que tanto vienen escandalizando últimamente a la opinión pública, es motivo de alarma tanto para las nativas como para las mujeres de otros países que visitan el país confiadas en la tranquilidad y paz interior que va a proporcionarles imbuirse de las filosofías de paz y respeto dejadas en herencia por Mahatma Gandhi a su pueblo. Por eso creo que es muy de agradecer el interés y el esfuerzo puesto por esos técnicos y científicos en encontrarle un remedio eficaz al problema. Su invento puede ser sin duda una buena aportación a frenar tan incivilizado mal.

Pero, sin dejar de reconocérselo y de agradecérselo, en la distancia uno reflexiona y concluye que mucho mejor que invertir tiempo y recursos en inventar trabas para que los violadores puedan consumar sus fechorías y no cometer graves delitos sería que la sociedad entera y sus gobernantes y legisladores reaccionasen de una puñetera vez con la contundencia y eficacia que una amenaza así reclama. Porque si nos atenemos a las noticias que llegan, se observa que más incluso que la bestialidad de las violaciones choca y alarma la condescendencia con que policías y jueces la contemplan. Les sugiero gratis un slogan, para divulgarlo y aplicarlo: “Al violador, sin contemplación”. Lo de la lencería de emergencia, pues bueno…mejor que no sea necesaria.

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