Consenso nacional

Opinión

Consenso nacional

¿Hay por casualidad alguien en este país que no esté cabreado? Bueno, rectifico la pregunta, ¿queda alguien en este país que esté contento con la situación? La verdad es que si queda alguno, descontados los ministros, subsecretarios y algún que otro tardofranquista, no se ve ni si le escucha en el guirigay de las protestas. Estos días el Gobierno de Mariano Rajoy cumple su primer añito con un éxito, muy elocuente por cierto, quizás el único, eso sí: nunca hasta ahora el Ejecutivo había conseguido aglutinar tanto consenso, un verdadero consenso nacional… de indignación.

Todo el mundo está que trina contra algo y muchos contra todo lo que se mueve, empezando por la subida del IVA, de las tarifas eléctricas, los combustibles, y un interminable etcétera. El Gobierno, que no para de enarbolar su mayoría absoluta en el Parlamento, cosa rigurosamente cierta, cada día que transcurre suma nuevas adhesiones a la protesta que se nota en las calles y plazas de las grandes ciudades, con el conservador pueblo de Madrid al frente. Parece imposible haber logrado tanta y tan dispar unanimidad. Parece lógico que un Gobierno de derechas, que facilita el despido libre, el hacha de recortar el bienestar social de los ciudadanos tenga enfrente a los sindicatos y a los trabajadores que hace poco más de doce meses le votaron.

Pero no son sólo los obreretes descamisados los que protestan a voz en grito por la falta de trabajo o el recorte de sus salarios; ni tampoco son únicamente los más exaltados independentistas catalanes o los funcionarios públicos que tendrán que hacer milagros estas Navidades para comprarles juguetes a los niños sin paga extra, los que protestan. También están indignados los estudiantes, los antes privilegiados empleados de la banca, los comunicadores de las televisiones autonómicas, los médicos y enfermeras que cuidan de nuestra salud, los profesores que tienen que dar más horas de clase por menos sueldo, los pensionistas que han perdido capacidad adquisitiva, los farmacéuticos que no cobran los medicamentos que suministran… en fin, hasta los rectores de las universidades, todos, incluidos los que ejercían de conspicuos simpatizantes del PP echan el bofe. Mayor unanimidad no cabe imaginar, no.

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