Presencia policial en La Habana

Opinión

Presencia policial en La Habana

El Gobierno cubano ha comenzado a impulsar un ambicioso plan para aumentar la formación y el número de policías y agentes secretos en el país, en lo que parece un nuevo intento de controlar los cada vez más habituales delitos de robos y, sobre todo, la especulación de mercancías en el mercado negro, en un momento en el que los problemas de abastecimiento acosan a los cubanos. La captación de jóvenes y mujeres para ingresar en las filas de la Policía Nacional Revolucionaria se ha convertido en una prioridad para las organizaciones políticas, entre ellas los llamados Comités de Defensa de la Revolución (CDR). Incluso los medios estatales están brindando su apoyo a la propuesta con campañas publicitarias en radio y televisión. Se ofrece, además, «la posibilidad de alcanzar la Licenciatura en Derecho” para quien se apunte a la iniciativa.

Eso sí, las autoridades cubanas han dejado bien claro a los interesados que «es imprescindible sentirse motivado por esa actividad, el gusto por la investigación, el riesgo y ser capaz de enfrentar casos de manifestaciones delictivas para contribuir a corregir conductas desviadas». Tal vez porque temen que el hastío del pueblo cubano ante tantas dificultades económicas pueda desembocar en algo más que una simple marcha por las calles de La Habana. Por cierto, que el traslado en los últimos meses de cientos de policías de las provincias orientales hacia la capital, ha generado fricciones en la población, que despectivamente les llama ‘‘palestinos», y les culpa de excesivo uso de la violencia, manejos corruptos y escasa preparación cultural. Pero el número de agentes sigue subiendo, y todo parece indicar que podría continuar así en los próximos meses.

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