Obama no usa abrigo

Durante todo el día de ayer pudimos ver a un victorioso Obama al que se le congelaban con humo las palabras cuándo salían de su boca. Ningún otro colaborador suyo iba sin abrigo, Michelle tenía uno rojo de paño que era del color de la victoria. A pesar de la escarcha Obama prefirió hablar sin abrigo porque debe ser consejo de algún experto en comunicación textil. Menos mal que ha regresado ya a la Casa Blanca dónde tendrá su abrigo olvidado y la calefacción oportuna para soportar los rigores del invierno. A Obama todavía le hace falta voz para jurar el cargo y para lanzar discursos de unidad.

Nos podemos preguntar por qué Obama no usa chaquetón. En Madrid hubo en los años cuarenta una campaña de las tiendas de la Plaza Mayor que pusieron de moda la expresión: “los rojos no usaban sombrero”, que era una invitación a cambiar la gorra de currante por una pieza de fieltro de las que se veían en las películas del cine negro de Hollywood. Nos podemos preguntar por el abrigo de Obama y la respuesta es que se lo dejara en casa tan ricamente o que debajo llevara una camiseta de cuello vuelto de las que tanto ayudan a soportar los rigores térmicos.

El nuevo norteamericano no se tapa el traje, esta es la moda, y el que quiera entenderlo que se de un paseo por los lagos helados de Washington dónde los cisnes no piden pan si no Frenadol. Las modas se montan por cuestiones muy absurdas que se lo digan a los de Victoria Secreet´s que por poner unas alitas les salen unos desfiles cárnicos de lencería final igual de horteras pero muy famosos.

En realidad se ha quedado sin abrigo, sin rival porque Romney ya es un recortable que apilan los republicanos en los cubos de basura de la resaca electoral, y sin una oposición clara aunque muy presente porque le controla de cerca sin una mano visible lo cual es bastante incómodo. Una cosa es que se le haya quedado el Té frio a Sarah Palin y otra que los republicanos no tengan mucho peso en la política de Estados Unidos. La retirada de Romney como recortable no es nada más que desplazar un cartón a un lado pero pronto encontrarán otro camino y quizá en un candidato de origen hispano que le pueda disputar a los demócratas la osadía del patrimonio del voto inmigrante y el voto femenino, demasiadas ventajas.

De momento Obama no usa abrigo en lo que podemos interpretar que de su capa hace un sayo, y tiene por delante cuatro años para seguir haciéndolo.

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