Necesitamos un nuevo Bretton Woods

Mi jefe dice...

Necesitamos un nuevo Bretton Woods

Somos un poco ingenuos, aquí, en la redacción de este periódico. Por eso se nos ha ocurrido preguntarle a mi jefe si esto del escándalo del Líbor podría ser el principio del fin de esta aristocracia financiera irresponsable y codiciosa. Porque las últimas noticias que nos han llegado apuntan a que los ‘traders’ de Barclays que manipularon este tipo de cambio durante años tan sólo eran la punta de una lanza que involucra a varios grandes bancos europeos.

El que me paga ha dicho que no lo sabe, pero que ojalá. Y nos ha recordado que hace más de cuatro años que repite lo mismo: este es un problema político. Cuando los políticos -explica- entiendan que deben defender, primero, los intereses de los ciudadanos a los que representan, y tan sólo después, los intereses de grandes corporaciones y entidades financieras, las cosas empezarán a dar un giro.

Mi jefe exige un nuevo Bretton Woods. Es decir, un nuevo acuerdo que establezca, a escala global, cuál va a ser la arquitectura financiera durante las próximas décadas. Y que establezca, además, la entrada en vigor de un supervisor que garantice la transparencia e independencia de los mercados. Porque ya basta de esta ruleta a la que nos tienen acostumbrados, piramidal y tiránica.

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