Los casos más importantes que desfilan estos días por el Tribunal Supremo tienen algo en común: el abogado Gonzalo Martínez-Fresneda. Las personalidades del mundo de la política y la justicia que están citadas ante el alto tribunal han elegido a este letrado para que se encargue de sus defensas. Este es el caso tanto del juez Baltasar Garzón, que se enfrenta a los juicios por las escuchas ilegales del ‘Gürtel’ y por haber abierto una investigación sobre los crímenes del franquismo sin tener competencia para ello, como del ex ministro de Fomento José Blanco, imputado en la supuesta trama de cobros ilegales de subvenciones públicas que investiga la ‘operación Campeón’.
‘Las cosas de Palacio van despacio’, como dice el popular refrán, y en el caso de la reestructuración del sector financiero se cumple a rajatabla. Sólo así se explica que hasta hoy mismo la Junta de Castilla y León no hubiese dado su visto bueno a la fusión de Caja España-Duero con Unicaja, paso indispensable debido a las atribuciones que tiene el Gobierno autonómico, cuando el nuevo banco surgido podría estar negociando ya una nueva integración.