Oposición, ¿para qué?

Opinión

Oposición, ¿para qué?

En el PSOE aseguran que se están preparando para plantearle una oposición fuerte al Gobierno de Mariano Rajoy cuyas incongruencias tanto están dando qué hablar. Pero la realidad es que según están las cosas, esa oposición no parece que vaya a ser necesaria. Los socialistas pueden quedarse en sus escaños con los brazos cruzados contemplando cómo sus adversarios del PP hacen el trabajo doble de gobernar y criticar, frenar y rectificar sus propias decisiones.

Los primeros, sus medios adictos que no salen del asombro que les causa observar cómo el Gobierno, con el que se las daban la mar de felices, no para de tomar medidas que les dejan a diario con el culo al aire, incluso sin algunos puestos a los que se creían con derecho. Hasta ahora nadie sabía si Rajoy subía o bajaba la escalera, pero ahora se ve que cuando dice que la sube es que la baja, y viceversa. Y para mayor confusión del respetable, los suyos permanecen muy atentos para hacer lo contrario. El Gobierno se propone, mal que nos pese, aumentar el IRPF y su mujer en Madrid, la lideresa Esperanza Aguirre, quiere bajarlo para abandonar la plaza, en busca de nuevo destino en la City, en olor de multitud.

El otro día escuché a un ministro lamentar que no se le estaban concediendo los habituales cien días de gracia democrática al Gobierno, pero se olvidó añadir que no es la inexistente oposición política de izquierdas la que está incurriendo en esta descortesía. Son sus propias bases mediáticas y directivas las que patalean al grito de “no es esto, no es esto”. Mientras tanto, el presidente se sospecha que observa y se percibe que calla sin tomarse la molestia, él que tanto censuraba los infrecuentes silencios de su predecesor, de explicar tan polémicas como desagradables decisiones.

Algunas veces se acusó al PP de pretender cuadrar el círculo y ahora comprobamos que lo está consiguiendo. No es fácil, ni con Esperanza Aguirre de compañera de partido, ser Gobierno y oposición al mismo tiempo. Quizás sea una estrategia más para reducir gastos frente a la crisis.

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