Que mejor que inaugurar este blog deportivo, que con la resaca del clásico entre los clásicos jugado este fin de semana, y que nos ha dejado una clara sensación de que Cristiano es el elegido por el Rey Mou para intentar derrotar a la los caballeros de la mesa redonda de Guardiola.
Y es que los de Guardiola se comportan como los caballeros de Arturo, nunca se rinden, son fieles a sus principios y a su Rey, y por eso volvieron a ganar otra batalla en su busca del Santo Grial.
Del otro lado, un Rey que se vale siempre de su gran guerrero Cristiano El Intocable, y este fin de semana El Intocable estaba pensando en tocar otras cosas, porque el balón no pareció que fuera.
La parroquia blanca empieza a cansarse de este favoritismo y mostró su inconformidad. Siempre serán fieles a su Rey que si ha demostrado ser honesto y sincero, pero ponen en duda su elección sobre Ronaldo que sólo demuestra vanidad y prepotencia.
El Intocable nunca puede quedarse fuera de las grandes batallas, y tiene que ser el protagonista de todos los lances, aunque alguno del resto de guerreros de su ejército estén en mejores condiciones.
Sin contar que sólo lucha en una parte del campo de batalla, cuando y cómo él elige, dejando a sus compañeros con el ‘culo al aire’, mientras el se queja amargamente de su mala suerte, sin dejar de poner una gran pose para la posible foto.
Un tal Xabi Alonso, creo que campeón del mundo curtido en mil batallas, y de las de verdad (basta recordar la patada del holándes De Jong en la final del mundial), ayer tuvo el honor de que El Intocable le dejara tirar una libre directo, cuando el partido estaba ya decidido, después de que Cristiano tirara todas las demás con el éxito habitual de esta temporada.
Otros como Ozil o Di María se vieron sustituidos por delante de tan glorioso guerrero, cuando estaban pelando mejor que nadie en el campo.
En definitiva, el Rey Mou y su terrible guerrero, Cristiano El Intocable, conseguirán ganar algunas batallas, pero la mayoría de los humildes aldeanos que disfrutamos de ellas siempre preferiremos ver a los pequeños y no tan fotogénicos caballeros de la mesa redonda de Pep batirse por un ideal.