Lo que son las cosas. Resulta que los responsables de un gran centro comercial de Palma de Mallorca despidieron de forma fulminante uno de sus empleados porque al hacer caja descubrieron que faltaba… un euro. Poco les importó que el trabajador en cuestión llevara la friolera de 12 años trabajando en la empresa. Los jefes le acusaron de haberse apropiado del dinero, valiéndose de la grabación de una cámara de seguridad, y lo pusieron de patitas en la calle sin indemnización. Pero la justicia ha dado la razón al trabajador y ha obligado a la empresa a readmitirle o pagarle casi 30.000 euros, ya que el despido fue improcedente.
Y es que resulta que todo se debió a una confusión ya que el empleado cogió las dos monedas de 50 céntimos para entregárselas a dos técnicos que estaban haciendo reformas en el cableado del complejo comercial. Al parecer, los operarios no tenían ningún medio de transporte para llevar los materiales a la azotea y se les ocurrió utilizar dos carros de compra para tal fin, por lo que pidieron las dos monedas al empleado del establecimiento que se las dio de la caja registradora.
Está claro que aunque el trabajador sea admitido sus relaciones con la empresa no serán las mismas. Porque no sólo se le despidió por un mísero euro, sino que se supone que no se le pidió explicación ade lo que había pasado, algo que habría evitado que el caso llegara a los tribunales. De momento, pienso en la vergüenza que tienen que estar pasando eso ‘jefes’ cuando ha salido a la luz su comportamiento. Se lo tienen merecido.
