Seguro que los organizadores se quedaron de piedra ya que si hay una cosa difícil de prever es que se convoque una manifestación de estudiantes y… no acuda ni el gato, que ya se sabe que siempre hay algún alumno deseoso de saltarse las clases, aunque no comparta en exceso el eslogan ni las reivindicaciones de la protesta. Por lo menos eso pasaba en mis tiempos de escolar, pero ahora parece que no, que quien se manifiesta lo hace convencido y en este caso los organizadores no lograron persuadir a los jóvenes con sus argumentos.
Por eso, el pasado jueves el Sindicato de Estudiantes convocó una marcha en Bilbao, con motivo de la jornada nacional de huelga contra los recortes en la enseñanza pública, que tuvo que ser suspendida porque no fue secundada por nadie, si excluimos a los diez miembros de la “organización”, con sus pegatinas identificadoras, que esperaban en el lugar y que se quedaron compuestos y sin seguidores.
Todo estaba listo para la concentración, incluso el dispositivo de la Policía Municipal para evitar incidentes, pero a la plaza del Arriaga no llegó ningún estudiante de bachillerato o formación profesional, por lo que tras esperar media hora los miembros del sindicato estudiantil asumían el fracaso de la convocatoria y se marchaban a casa, informó eitb.com.
En el suelo quedó la pancarta que habían preparado para la manifestación, con el lema en euskera “En defensa de la enseñanza pública. Un puesto de trabajo digno al acabar los estudios”, y los tacos de panfletos que habían preparado para distribuir entre los estudiantes. A lo mejor es que todos tenían un examen. A lo mejor…






