El esplendor del tomate

Opinión

El esplendor del tomate

Mucha nuvelle cuisine que Dios olvide pronto, mucho Ferrán Adría jodiendo los guisos de siempre, pero lo bueno es que de pronto, cuando menos se esperaba, el personal de buen yantar ha descubierto ¡el tomate! Quinientos años, si no calculo mal, han tenido que pasar para los españoles, cuyos ancestros importaron las primeras semillas de América, nos percatemos de que no hay delicia gastronómica mejor, más barata y menos complicada en la cocina que el tomate. Basta un cuchillo y un tenedor, si acaso un poco de sal, para convertir un buen tomate en un plato maravilloso.

Hablo de un buen tomate, no de esos tomates plastificados cuyos productores lanzan al mercado sin preocuparse de su calidad que llegado el momento sublime de llevarlos a la boca resulta que no saben a nada. Hay que evitarlos por vistosos que resulten: los mejores son feos. El esplendor del tomate lo está convirtiendo en la hortaliza de las hortalizas, en el bocado más exquisito igual da que esté crudo, aliñado, en ensalada, convertido en gazpacho o salmorejo, al horno, en zumo aliñado con pimienta, convertido en ketchup o simplemente secado al sol como lo tratan las amas de casa en las aldeas sicilianas.

En España sin ir más lejos hay quinientas variedades distintas de tomates. Y los expertos intentan recuperar algunas autóctonas que la industrialización de los cultivos había olvidado, mejor dicho, despreciado. Los consumidores, dicen, cada vez entienden más de tomates y ya no se acercan a la verdulería a pedir uno o dos kilos, los reclaman en función de su variedad y su estado de maduración En América, cuando llegaron los conquistadores dispuestos a llevarse todo lo que saltaba a la vista por alli, el tomate era considerado una fruta venenosa. Pero los tiempos y las culturas cambian y hoy los tomates ni son venenosos, ni religión alguna los considera pecado, ni, que se sepa, engordan o enfrían la libido. Cuando yo era pequeña me repelían, pero ahora los comen hasta los niños.

Más información