Blanco House

Ya sabemos quién ha dejado a Zapatero sin acto en Vista Alegre, ha sido Blanco, lo ha dicho en el pasillo del Congreso al ser preguntado. Y lo ha remarcado con cierta chulería porque para eso “yo soy el director de campaña”. En ausencia de Rubalcaba que está convaleciente Blanco asume el papel del doctor House del Gobierno, la persona que dice lo que hay que hacer aunque no convenga. Bien es verdad que no hay otro como él para ese cometido.

El Gobierno de los diecisiete portavoces tiene una “Messi-dependencia” de Rubalcaba y Blanco, los demás con todo respeto son banquillo y recambios, inclúyase entre ellos al presidente que se mete en jardines aunque esté en el desierto porque su tendencia es a pisar charcos verbales.

Es Blanco House el que ha decidido que Zapatero no aparezca por Vista Alegre para que no les salga mal el invento, o para que no les cueste una hijuela el bocadillo y la cerveza de los entusiastas. Los barones regionales esperan que la norma se extienda a su territorio y no aparezca un devaluado presidente del Gobierno que lleva la marca del perdedor en la frente.Otros son los que trabajan por el futuro del partido, entre ellos no está Zapatero al que esconden de los truenos. Otros son los que se hacen carteles sin el puño y la rosa, o los que piensan en el día después al adiós de Zapatero.

Hasta Rubalcaba con fiebre tiene mejor salud política que el jefe, ya lo dice el doctor Blanco House que tiene claro que las vistas no son tan alegres.

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