Más de Morales

Opinión

Más de Morales

Algunos analistas, avezados en intentar comprender lo que sucede en las esferas del poder cubano con la interpretación de los signos externos visibles que, inevitablemente, se ven obligados a realizar los miembros de la cúpula, creen que la caza de Esteban Morales no se habría desencadenado por su ya famoso artículo en la web de la UNEAC. Puesto que esa tesis, la de que es necesario perseguir a la corrupción y desalojar a los miembros de la cúpula dirigente entre quienes se haya extendido el cáncer de las malas prácticas y el ‘robo’, es tan oficial que ha servido para desalojar de su puesto a tres antiguos secretarios de la Juventudes Comunistas que ocuparon puestos de responsabilidad en el Partido. Primero cayó Roberto Robaina, en los noventa, y no hace tanto en 2009, Carlos Lage y Felipe Pérez Roque. De hecho, este mismo año, la destitución del responsable histórico del Instituto de Aviación Civil y Cubana de Aviación, Rogelio Acevedo, y la investigación sobre el chileno, Max Marambio y su corporación Rio Zaza, el hombre que ayudó a los Castro a montar Cimex, se han realizado sobre versiones oficiales que apuntan en esa dirección. El problema es que Esteban, y otros miembros del grupo que le apoya contra quienes, por ahora, no resulta tan fácil lidiar, van más lejos. Se sitúan contra el secretismo y los procesos de juicios paralelos sin pruebas que tanto gustan a Raúl. Hay una crítica a los métodos y una exigencia de que se explique lo que pasa con luz, taquígrafos y máxima transparencia que ha molestado en el entorno del actual presidente.

Más información