El mayordomo infiel

Opinión

El mayordomo infiel

Menos mal que existe el “noble arte” de la traición porque gracias a él nos enteramos de asuntos muy jugosos. En Francia el escándalo viene porque al mayordomo de una anciana rica, heredera del imperio L´Oreal, (por tanto “rica porque yo lo valgo”), le han confesado intimidades económicas mientras servía el té.

El té era normalito pero la grabadora japonesa y en ella ha recogido perlas que pueden hacer temblar a la economía del país vecino, entre ellas que la mujer del ministro de Trabajo de Sarkozy tiene cuentas en Suiza y una isla sin declarar en las Seychelles, (como todo el mundo). Ahora el marido se acogerá a lo que en España se conoce como “la doctrina Mato” y dirá que no sabía nada del Jaguar que estaba en el garaje; en este caso de la isla tan simpática a la que iba de vacaciones con la señora. O que en casa no miraban nunca la cuenta corriente como los Matas.

Pasma comprobar cómo los grandes hombres de la política económica mundial tienen más cara que vergüenza. Este ministro, Woerth, es otro de los que preconizan apretarse el cinturón y reducir los sueldos de los trabajadores. Y lo dice el muy jeta amparado por las cuentas que su mujer tiene en Suiza debido a las buenas gestiones que hacía entre la rica de L´Oreal y su marido. Se ve que el tráfico de influencias es tan rentable como el tráfico de armas.

Si no diera pena daría asco, tanto o más como comprobar que con nuestros salarios especulan hienas que viajan en coche oficial.

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