Paseando por la red hoy he encontrado un montón de noticias de animales, esos seres vivos que comparten el planeta con nosotros y a los que la mayoría de las veces les complicamos la vida, queriendo o sin querer. Por ejemplo, leo que un pájaro australiano, concretamente una kookaburra, ha tenido que ir al ‘gimnasio’ después de haber engordado por comer salchichas hasta el punto de no poder volar. Los excesos alimenticios del animal comenzaron cuando los residentes de un parque de Sídney comenzaron a alimentarle con restos de sus parrilladas, por lo que el ave pesa un 40 % más que un miembro adulto normal de su especie, y está tan fuera de forma que no puede volar. Menos mal que un vecino llevó al pájaro obeso al zoológico, después de ver a algunos perros persiguiéndola en el suelo, donde la llevaron al centro de rehabilitación para aves, sometiéndola a una estricta dieta y a un riguroso régimen de ejercicios con un entrenador personal.
Y si hay pájaros que tienen que ir al gimnasio por culpa de los humanos, también hay caballos que pueden sufrir el suplicio de que sus dueños les pongan un traje como para participar en un torneo medieval, de Papá Noel o cualquier cosa que se les ocurra. Resulta que una empresa denominada The Horse Tailor, con base en Escazu, Costa Rica, diseña y fabrica ropa a medida para caballos, y ofrece todo tipo de disfraces para que su equino esté de lo más ridículo, vistiéndole de Harry Potter, Superman o la Pantera Rosa, pongamos por caso, que resulta muy natural.
