Hace un tiempo que al Gobierno se le ha puesto cara de cuadro de El Greco y al presidente el color del conde de Orgaz, pálido y enmudecido consigue aprobar los exámenes raspados y todo hace presagiar que lo tendrá crudo en septiembre. Es verdad que toda la culpa de la crisis no la tiene él pero lo ha hecho tan mal que más que el presidente del Gobierno español parece el gerente de Lehman´s Brother´s, un desastre a todo color.
Durán i Lleida ha pedido esta mañana que alguien tire la toalla al banco azul y se acabe el combate porque la lucha es desigual, se las dan todas al mismo y en el mismo sitio. Otra cosa es que Zapatero admita que anda sonado, o que Rajoy proyecte una mínima imagen de garantía como candidato. Aquí la oposición es CiU.
De momento lo que tenemos es la estampa del Santo Entierro que viaja en coche oficial del Congreso y se desplaza hasta La Moncloa, de verja a verja para que resulte más tétrico. Con la salida de hoy de Zapatero Bécquer habría compuesto otra de sus leyendas, era un irse mustio de rayo de luna en pleno mediodía, un fenómeno telúrico. Los cronistas parlamentarios podrían decir que a veces ven gente que no es de este mundo pero nadie les creería.
No es tanto que Zapatero haya sido derrotado por Rajoy si no que la realidad le ha tumbado un buen sueño, y más que perder las próximas elecciones está a punto de no ganar ni su propia campaña. 168 votos en contra como 168 pésames en sede oficial.