¿Bases militares rusas en Cuba?

De ser cierta toda esta historia con un perceptible tufillo a jueguitos de inteligencia para probar fuerzas con EEUU estaremos ante un verdadero problema. Están cobrando cada vez más fuerza las intenciones de que el imperio ruso regrese a Cuba con la puesta en marcha de una base militar de escucha radioelectrónica similar a aquella nombrada Lourdes (1967-2002), una auténtica “oreja” a las puertas de la gran potencia gringa.
 
Éramos pocos y parió la abuela, al decir popular porque al menos para los cubanos no habría peor momento, de cara al proceso de normalización de relaciones con EEUU, que la llegada rusa nuevamente a la isla para sembrar tensiones en Washington y escuchar hasta las conversaciones internas de los camioneros estadounidenses.
 
Parece ser que el núcleo del debate se centra ahora mismo en el Kremlin. Nicolai Penkov, vice titular de Defensa, fue recabado por un diputado ante la Duma (Parlamento) y admitió esa posibilidad. ”Nos estamos ocupando de esa tarea”, fue la respuesta. Días después, el sagaz presidente Vladimir Putin negó cualquier intento de volver a la isla ataviados de uniformes militares.
 
De ser cierta toda esta historia con un perceptible tufillo a jueguitos de inteligencia para probar fuerzas con EEUU a estas alturas de cómo marcha la humanidad, estaremos ante un verdadero problema. Otro más para las  autoridades cubanas que lo menos que piensan es en episodios militares cuando deben levantar una economía en fase crítica por factores internos y externos.
 
Permitir, acceder, negociar a una instalación militar extranjera en territorio nacional sería un craso error de consecuencias imprevisibles si llegara a vías de efecto la “tareíta” de Penkov porque ya con lo de Guantánamo tenemos más que suficiente.

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