Podemos, el gallinero del Congreso y la ‘mano’ del PSOE

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Podemos, el gallinero del Congreso y la ‘mano’ del PSOE

Pablo Iglesias y diputados de Podemos en el Congreso

El PSOE aprovechó la distribución de los escaños del Congreso para ‘vengarse’ de Pablo Iglesias. Un ataque a Podemos en el que contó con la complicidad de PP y Ciudadanos. El ‘gallinero’ del Congreso ha sido, con permiso de las cuitas internas del PSOE, el gran protagonista de la semana en la Cámara baja. Los diputados de Podemos y sus alianzas territoriales han quedado relegados, por decisión de la Mesa, a las últimas filas del hemiciclo por detrás de grupos con menos votos y escaños como PNV, Democracia y Libertad o ERC. Algo que no parece que haya sido fruto de la casualidad. Y es que la sombra del Partido Socialista se cierne sobre esta decisión.

La ‘mano’ del PSOE estuvo detrás de la propuesta que aprobó este martes la Mesa con los votos de PP, Ciudadanos y la socialista Micaela Navarro, vicepresidenta segunda de este órgano parlamentario. El presidente del Congreso, Patxi López, no votó para tratar de mantener una posición de neutralidad en el que ha sido uno de los primeros conflictos surgidos en la Cámara.

Según han explicado fuentes parlamentarias, los de Pedro Sánchez fueron quienes propusieron que los diputados de Podemos quedaran arrinconados en el ‘gallinero’ y no Celia Villalobos, como se había dicho en un principio. La diputada del PP y vicepresidenta primera de la Mesa se limitó a cumplir con su obligación de presentar este reparto al resto de los grupos, pero la ‘paternidad’ de la misma es del PSOE. Algo que los socialistas han evitado reconocer en público en todo momento, provocando que todas las críticas se centren en PP y Ciudadanos, con mayoría en la Mesa.

El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, afirmó el miércoles en Telecinco que fue el PSOE quien llevó esta propuesta a la Mesa. “Fue un planteamiento que nos hizo el PSOE y nosotros aceptamos dentro del planteamiento global de la Mesa, pero no una idea que se nos ocurrió a nosotros”, explicó Rajoy. La propia Celia Villalobos, que se había convertido en el centro de las críticas, también alzó la voz contra el silencio de los socialistas. En una entrevista en RNE arremetió contra Patxi López por saber “mejor que nadie que es algo que tengo la obligación de llevar yo a la Mesa y defenderlo, lo tuve que defender porque es un acuerdo de grupos, y eso para mí es sagrado”.

La polémica creada por la distribución de los grupos fue tal que el portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, reconoció públicamente que “se está siendo injusto” con Villalobos al culparla de esto. Eso sí, nada dijo sobre la autoría del reparto de los escaños. Una actitud que los socialistas mantienen a la espera de que este martes, tal y como se espera, la Mesa rechace la propuesta presentada por Podemos contra la distribución de los ‘sillones’ aprobada por PP, PSOE y Ciudadanos, la gran coalición que tanto proclama Rajoy.

Iglesias, fuera de la primera fila

El reparto aprobado por la Mesa sitúa a los primeros diputados de Podemos a partir de la cuarta fila, por detrás de los representantes del PNV y de Democracia y Libertad, pese a ser la tercera fuerza en votos tras las pasadas generales. El motivo, según han explicado fuentes parlamentarias, es que Pedro Sánchez no quería que Pablo Iglesias estuviera en la primera fila y a su misma altura, con la visibilidad que esto supone.

Los socialistas prefieren que ese espacio lo ocupen los nacionalistas vascos. Todo un ‘guiño’ al PNV en plena incertidumbre sobre los pactos de gobierno, y es que se rumorea que Sánchez podría buscar el apoyo del PNV en una hipotética investidura. Asimismo, en esta propuesta se concede a Democracia y Libertad un lugar privilegiado, aunque separado de Ciudadanos por el Grupo Mixto, partido al que también podría mirar el PSOE en su intento de formar Gobierno.

Además, la distancia entre los de Albert Rivera y la marca con la que se presentó Convergencia a las pasadas elecciones cumple con los deseos de la formación naranja, que no quería sentarse ‘codo a codo’ con los diputados de Democracia y Libertad.

El gran perjudicado de todo esto es Podemos. Minutos después de conocerse la decisión de la Mesa Pablo Iglesias colgó un comentario en su perfil de Twitter criticando un reparto que sitúa a sus diputados en la última fila del hemiciclo.


“Es un claro fraude a lo que votaron los españoles”, denunció el portavoz de Podemos en el Congreso, Íñigo Errejón, que tachó esta decisión de “cacicada”, ya que se “manda a los diputados de cinco millones de personas que votaron por el cambio al gallinero”. “Los acuerdos de la gran coalición sirven para que las cosas no cambien y para que las instituciones se blinden contra el cambio”, afirmó Errejón, que quiere una distribución diferente.

Por ello, la formación morada mandó al presidente del Congreso un reparto alternativo a lo aprobada por la Mesa de la Cámara, que pasa por ‘ocupar’ una parte de los escaños asignados al PSOE y que sitúa a Iglesias en primera fila a escasos ‘sillones’ de Sánchez.

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