El más que dudoso ranking de Netflix sobre las telecos
Opinión

El más que dudoso ranking de Netflix sobre las telecos

Netflix

La plataforma americana publica un ranking propio de operadores en España y (¡sorpresa!) Movistar se queda en la cola. A pocos sorprende. Netflix persigue un acuerdo gratis total. No produce contenidos en España, no crea empleo y no paga impuestos. Tampoco es una de las grandes de la industria audiovisual, ni la que más influencia tiene, ni la que más premios recoge, pero es la que marca tendencia. Netflix es la sensación. Mola. El fenómeno no es nuevo. Ha pasado tradicionalmente con Apple, una marca que genera noticias antes que se produzcan (hasta sus convocatorias de prensa se publican con profusión). Ahora le toca el turno a la plataforma americana aglutinadora de contenidos.

Netflix ha publicado, como si fueran las calificaciones de los exámenes finales, los parámetros de calidad con los que las ‘telecos’ en España están presentado su servicio, compañías a las que no paga ni un euro por su usar sus redes para hacer llegar su contenido a la casa del cliente, a su tele, a su tablet o a su móvil. Gracias a esta cultura de denostar las redes para primar a las llamadas OTT, Netflix ha desembarcado aquí convenciendo, por ejemplo, a Vodafone, con quien tiene un acuerdo de intercambio de tráfico (peering) sin ninguna compensación, que permite a los clientes recibir todo el tráfico de datos sin problemas. Dicho de otro modo, la británica regala la autopista de peaje para que los vehículos de la americana lleguen antes, raudos, veloces y sin atascos.

Aunque nada se sabe oficialmente, parece que Movistar no ha pasado por el aro. La empresa española ha destinado miles de millones de euros para desarrollar una potente red de fibra y 4G, con lo que no estaría dispuesta a ceder sus infraestructuras de forma gratuita. Pero otra de las claves es que Telefónica ya tiene una televisión, de la que Netflix no es más que competencia directa, pura y dura. ¿Por qué tendría Movistar que regalar su conectividad?

Así que a pocos puede sorprender que haya sido Movistar la operadora que ha salido peor parada en el ranking de Netflix, un ‘índice de calidad’ que, por cierto, no está sometido a la supervisión de ningún tipo de organismo que pueda verificar sus mediciones. Aunque la compañía estadounidense asegura que estos parámetros son una forma de contar a sus fans con qué operador tendrán una mejor experiencia, también son un intento de presión a Telefónica, para conseguir así un acuerdo gratis total.

Además, Netflix no entrega sus contenidos desde servidores en España, sino desde EEUU, con la merma de calidad que eso supone. A pesar de que hay alternativas de interconexión locales, que ofrecen garantías y libertad para poder llegar a los clientes sin restricciones, la plataforma prefiere trocear el contenido y hacérselo llegar a Movistar y por tanto, a sus clientes, desde miles de kilómetros de distancia.

La situación de España contrasta además con la de su principal mercado, el estadounidense, donde esta política de “déjame correr por tus redes gratis o te arrepentirás” no aplica. Netflix se enfrentó con todos los grandes proveedores de banda ancha en EEUU -incluyendo Comcast, AT&T, Verizon o Time Warner Cable- y perdió. La compañía tiene acuerdos comerciales con las grandes operadoras, que transportan el 80% de sus contenidos. ¿Por qué no aquí? Porque puede. Sin embargo, aún está por ver lo que pase finalmente.

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