El exlíder del PSOE analiza el Mundial de Atletismo de Pekín “donde el dopaje sigue siendo tema de debate”. No es ningún secreto que Alfredo Pérez Rubalcaba sea un apasionado del atletismo. Y, en especial, de los 100 metros lisos, distancia que llegó a recorrer en su juventud en 10,9 segundos. De ahí que el que fuera ministro del Interior y ex secretario general del PSOE no se pierda esta prueba. Y menos aún, si el que corre es Usain Bolt.
Rubalcaba firma hoy un artículo de opinión en El País en el que analiza el Mundial de Atletismo de Pekín en el que el atleta jamaicano ha ganado, una vez más, el oro. “Cada campeonato del mundo de atletismo”, afirma el mítico dirigente socialista, “tiene su rey o su reina: son aquellos que consiguen batir un récord del mundo o que suman varias medallas. Invariablemente también, ese puesto de honor lo comparten con otro rey, el atleta más rápido de los campeonatos, el que gana los 100 metros lisos”.
En la cita de Pekín, “en el reinado de la velocidad la disyuntiva estaba clara: o ganaba Bolt, sumaba otro oro más a su abultada colección y disipaba los rumores sobre su prematura decadencia, o ganaba otro, un nuevo rey coronado tanto por su victoria como por haber derrotado a Bolt, auténtico rey de reyes, explica el ahora profesor, que apuntaba a la posibilidad de que Gatlin le arrebatara la victoria.
Rubalcaba destaca que Bolt “llegaba a la carrera en el séptimo lugar del ranking del año” y “era evidente que no estábamos ante el superhombre absolutamente invencible, y su accidentada semifinal no hizo más que confirmar que iba a tenerlo muy difícil”, pero al final ha ganado. “Con ello se ha demostrado que, aún hoy, en los 50 últimos metros el atleta jamaicano es invencible, y que para ganarle hay que sacarle mucha ventaja en los 50 primeros. Algo de lo que no ha sido capaz Gatlin, el sospechoso perfecto”, señala en el mencionado artículo.
Junto al triunfo de Bolt, estos campeonatos, afirma Rubalcaba, “han estado marcados por la sombra de la sospecha que ha introducido los nuevos métodos de control, especialmente el conocido como pasaporte biológico”. “En los últimos tiempos, cientos de medallas olímpicas o de campeonatos Mundiales pasados aparecen manchadas”, remarca el dirigente socialista que recuerda que en la final de ayer “un buen número de velocistas reinsertados -Gatlin, Powel y Gay entre ellos-, apartados de la competición en algún momento de su vida por doping y recuperados para el atletismo cumplida su sanción”.
El que fuera ministro del Interior se declara un “defensor convencido de la reinserción social”, pero “en el caso del deporte mi confianza se debilita cuando quien fue castigado por doping corre más rápido, lanza más lejos o salta más alto ahora que cuando competía dopado”.
“Es como si años después de haber escrito La Ilíada, de Homero se hubiera visto obligado a rectificar su relato ante las evidencias de que Aquiles había derrotado a Héctor gracias a un bebedizo”, explica Rubalcaba, que insiste en que si Bolt “ya no aparece como un semidios”, sí que es “un hombre con unas capacidades extraordinarias”.
