Mi jefe dice que “en cuanto el euro tenga su puerta de atrás perderá su valor en el mercado internacional”. En el centro del debate público se sitúa actualmente la posible salida de Grecia del euro. Y para los que nos estamos iniciando en el análisis profundo de la política europea, esto es complicado de digerir.
Establecer los límites de ‘intromisión’ en las soberanías de los pueblos miembro es competencia de los más experimentado, pero para los aprendices, si quiera comprender que vayan a echar al país heleno de la UE requiere de una profunda y compleja reflexión, y por eso he vuelto a acudir a mi jefe.
Él me ha asegurado que las instituciones europeas no pueden permitir que este país al borde de la quiebra abandone la moneda común. “En cuanto el euro tenga su puerta de atrás perderá su valor en el mercado internacional”, me ha explicado mi jefe.
“Imaginar la salida de Grecia del euro pertenece a mentes poco gestionadas”, ha bromeado, indicando que el acuerdo acabará por llegar.
